No es sencillo montar un "circo", palabra empleada con el mayor de los respetos, como el que mensualmente arman los muchachos del Andes MTB. Con las funciones bien delimitadas van, carrera a carrera, mejorando el nivel organizativo. Es verdad que faltan muchas cosas, pero todas son solucionables, como la falta de un vallado más largo que permita llegadas en calle, como la de ayer, en embalaje sin presencia del público; pero sobresalen los logros tal cual es el sistema informático con el que van controlando el arribo de cada uno de los bikers que culminan el esfuerzo. A Carlos Valenzuela, Víctor Cornejo, Martín Magariños y Gustavo Varas los acompañan un valioso grupo de colaboradores que no hacen cara fea cuando tienen que irse temprano a apostarse en los puestos de control, ubicados en el medio de la nada. La llegada de muchos corredores de otras provincias obedece a la seriedad demostrada en cada carrera.
