La pregunta puede sonar a chiste: ¿cuándo se vio un indio pelado? Pero la respuesta va en serio, porque viene de la boca de un experto en el tema. Se llama Adolfo Alberto Ledesma, es chubutense y su profesión desde hace 25 años es la peluquería. Es en ese ámbito donde, casi por casualidad, encontró la forma de frenar la caída del pelo tanto en hombres como en mujeres, gracias a una receta heredada de los aborígenes. "Los tehuelches tienen el pelo finito y un cliente mío, que es descendiente de esa etnia, me contó que su abuelo preparaba una fórmula hecha con plantas como la jarilla, la sampa y el eucalipto para imbuir en la cabeza y detener la caída del cabello", refirió Adolfo durante su paso por San Juan.
Chistes aparte, Ledesma refirió que luego de conocer los ingredientes que usaban los descendientes de esos aborígenes patagónicos, empezó a probar una mezcla a la que le agregó otros componentes. "Le puse aloe vera -dijo- que es un reconstituyente del tejido. En total, mezclé 7 plantas y obtuve una fórmula que, luego de un tiempo de maceración de 3 meses, ya está lista para ser usada".
Según su experiencia, la fórmula que patentó con el nombre de Arrayán y que se presenta como loción tónica, es efectiva para la grasitud del cuero cabelludo, contra la caspa y la caída del cabello. "Es un proceso, en el que la constancia es muy importante. En los primeros días, la grasitud se elimina por completo y la caspa también. Y si se sigue usando, al cabo de algunas semanas primero frena la caída del pelo y luego revierte el proceso: la pelusa se fortalece y donde no había pelo, empieza a salir pelusa. La llamada bola de fraile se llena de pelusa como de bebé, que se va poniendo fuerte y crece", aseguró.
El peluquero agregó que en las mujeres la fórmula es mucho más efectiva. "Yo lo he probado en mi peluquería y he enseñado en otros salones a utilizarlo, y la experiencia es la misma", refirió.
Aunque esta invención podría llenar de plata a cualquiera, Ledesma aseguró que su intención no es hacerse rico, sino que Arrayán simplemente se conozca. "Donde voy -dijo- lo presento. Yo lo patenté y pasé todos los controles necesarios, desde ANMAT hasta INTI, quienes certificaron que no tiene nada perjudicial para la salud. Mi interés es que se conozca y aunque tuve una oferta de una línea de cosméticos para fabricarlo a gran escala, no acepté: por ahora, sigue siendo un producto artesanal".
En esa misma tónica, el inventor de la fórmula natural contra la caída del cabello insistió en que no persigue un reconocimiento económico, a tal punto que a cada persona que le pide una muestra de su producto, se la obsequia. Y si bien en los envases figuran todos los códigos de registros legales, se sigue resistiendo a que sean ubicados en las góndolas de venta de productos cosméticos.
Con su promesa embotellada en un envase verde de 200 ml, Ledesma afirmó que cualquiera que quiera probar su producto, no tiene más que escribirle un mail a arrayan_rw@yahoo.com.ar o llamarle al (011)1558685309. El milagro llegará a vuelta de correo, y lo único que hay que pagar es el envío, contra reembolso.
