Hoy se cumplen 159 años del paso a la inmortalidad del General José de San Martín, Generalísimo de la República del Perú, y fundador de su libertad, Capitán General de la de Chile y Brigadier General de la Confederación Argentina.
Por tal motivo, Gobierno y Pueblo de San Juan, Guarnición Militar San Juan y Asociación Cultural Sanmartiniana, haremos silencio frente el monumento ecuestre levantado en su memoria en el Parque de Mayo, exactamente a las 15.
Expresa su hija Mercedes sobre sus últimos días que "El 13 sintió fuertes dolores". "C’ est l’ orage qui mene au port (es la tormenta que conduce al puerto"). El 17 pareció mejor, se levantó tomo un ligero almuerzo y se hizo leer los diarios. A las 2 de la tardé volvieron los fuertes dolores y dirigiéndose a su hija le dijo: "Mercedes, ésta es la fatiga de la muerte". A las 3 de la tarde pasaba a la inmortalidad el Padre de la Patria. Murió en Boulogne Sur Mer, Paso de Calais Francia, a las 15,00 horas.
Había prohibido que le haga algún género de funeral y desde el lugar que falleciere, se lo conducirá directamente al cementerio sin ningún acompañamiento. Su mayor anhelo consistía en que su corazón descansara en Buenos Aires.
Mariano Balcarce -su yerno- dispuso que el cadáver fuera embalsamado y preparado para ser transportado a través del océano. Sobre la tapa del féretro hay una chapa con una inscripción que dice: "José de San Martín, Guerrero de la Independencia Argentina; Libertador de Chile y del Perú. Nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, Provincia de Corrientes, de la República Argentina; falleció el 17 de agosto de 1850, en Boulogne Sur Mer, Paso de Calais, Francia".
Los restos de San Martín estuvieron en aquella ciudad hasta 1861 en que fueron trasladados a Brunoy , en las afueras de París donde fue a residir su familia. El cuerpo del Libertador fue depositado en una bóveda donde también reposaban los restos de su nieta Mercedes desde 1860. En la actualidad allí están los restos de la nieta menor Josefa y de su esposo Fernando Gutiérrez de Estrada.
Los restos llegaron a Buenos Aires el día 28 de mayo de 1880. En la Catedral de Buenos Aires, el cuerpo embalsamado del Libertador está depositado en la parte inferior del monumento, en forma inclinado, la mitad del cuerpo bajo tierra y la otra mitad sobre la superficie; no pudo entrar en forma horizontal pues el cuádruple sarcófago no cabía dentro del espacio que había quedado en el interior del monumento.
El mausoleo fue obra del escultor francés Albert Carrier Belleuse y fue construido en la Capilla de Nuestra Señora de la Paz, siendo necesario abrir un muro hacía el exterior y extenderla algunos metros, para darle forma octogonal.
Los años que tardaron en ser repatriados los restos del Libertador obedecieron en gran medida a la decisión de su hija Mercedes, quien había manifestado que por nada se separaría de los restos de su gloriosos padre y que mientras ella viviera en Francia, allí estarían los restos para tributar el permanente homenaje a su padre. Mercedes murió el 28 de febrero de 1875.
San Martín pasó a la inmortalidad porque con grandeza respetó a los adversarios, rechazó los honores y recompensas que constituyen la máxima apetencia de los pequeños y sobre todo fue grande en sus renunciamientos. "Mi espada jamás se sacará como no sea a favor de la independencia".
Fue esclavo del deber y del sacrificio, combatió con valentía, sin derramar sangre inútilmente, gobernó sin anhelar el poder.
Fue virtuoso porque fue capaz de vencerse a si mismo, finalizó su vida en el destierro llevando una vida austera en medio del ostracismo, y en la compañía de su hija, su yerno y sus nietas.
Nos legó los valores que edificaron su gloria póstuma, la decencia, la humildad, el desinterés de toda codicia y el respeto por sus semejantes.
Su legado: el ideario de la libertad. Fue un hombre de envidiable conducta y honor.
Desde la inmortalidad, nos señala el camino del deber, de la pasión por la libertad y el amor a la patria.
