El 28 de junio de este año, Barrick le puso números y fechas a Pascua-Lama. Es que según explicó la compañía canadiense en un comunicado ‘’se reducirá el equipo del proyecto, en la medida que la construcción se extiende a lo largo de un período de tiempo más largo’’. Y agregó, que ‘’para coincidir con la disponibilidad de mineral desde Chile, a mediados de 2016, resultará en un significativo aplazamiento del gasto de capital planificado en 2013 y 2014’’. En este sentido, Barrick por entonces esperaba reducir los gastos de capital en Pascua-Lama, en el periodo 2013-2014, por un total de hasta U$S 1.800 millones. En el desglose, para el presente año los gastos estimaba que se redujeran entre U$S 700 millones y U$S 800 millones (incluyendo U$S 300 millones en aplazamientos ya anunciados), para quedar entre U$S 1.800 millones y U$S 2.000 millones. En tanto que para el 2014 dijo que el plan contemplaba una reducción de unos U$S800 millones a U$S 1.000 millones, para así llegar a un global que va de U$S 1.000 millones a U$S 1.200 millones.
En otro apartado señaló que ‘’también le permitirá a la compañía buscar eficiencias operacionales y de costo en la estrategia general de contratos’’.
