Cumplió una muy buena actuación las veces que le tocó dirigir. Por eso, lo felicitaron e incluso era su primer Mundial. Carlos Fernández, el caucetero, mostró su felicidad por estar en Tourcoing. Llegó hasta acá con su compañero de arbitraje, el porteño Marcelo Saab, quien fue a otros Mundiales. “Estoy feliz porque esto es una experiencia inigualable. Dirigir un Mundial es distinto a todo. Conocer y compartir con tus colegas también. En eso le tengo que agradecer a Marcelo (Saab), quien me presentó a la mayoría de los otros árbitros. Me hubiese gustado dirigir la final pero sabía que si eso pasaba, nuestras chicas no la iban a estar jugando. Y me alegro que haya ocurrido eso”.