San Juan, 27 de noviembre.- "El principal responsable para mí es el árbitro", dijo esta semana a DIARIO DE CUYO el arquero de Trinidad Leandro Evangelisti, todavía conmovido por el dolor de la fractura en el tabique que le provocó la trompada que le propinó el técnico de Villa Obrera. Es que para el guardapalos, al árbitro se le fue de las manos el partido con sus fallos -en especial cuando no otorgó la ley de ventaja en una jugada clave- y ello caldeó los ánimos que luego terminarían desatando un escándalo y posterior suspensión del cotejo.
El árbitro Darío Montaña salió a responderle a Evangelisti y lo hizo en duros términos: "En el ambiente del fútbol se sabe que Evangelisti es conflictivo, que no se maneja bien, que se maneja diferente, y está tildado de jugador conflictivo".
Por otra parte, Montaña justificó el fallo al que hace mención el arquero fue el puntapié del problema, al decir que "con respecto a la jugada, después veo el video a la noche y al otro día también, y veo que ejecuté bien la jugada, o sea que la decidí bien. No me parecía que el jugador iba a tener ventaja".
Y agregó, "desde que el arquero toca la pelota con la mano, veo que el jugador de Trinidad no va a tener ventaja porque veo uno de la Villa cerca que le podía sacar la pelota. Además el reglamento me ampara, siempre ante una jugada de expulsión se recomienda no dar ventaja".
Para Evangelisti, "cuando decidió no dar ley de ventaja en la jugada de Cabañas, que era el empate 2-2 para nosotros, empezó todo. Yo le pedí explicaciones y me dijo que si seguía, no podía expulsar al arquero de ellos. Así que decidió parar el juego y cobrar la infracción. Ahí se caldeó todo, después el asistente de ese sector nos cobró tres posiciones adelantadas insólitas y lo entiendo porque estaba asustado.
