Una de las tecnologías que más se destaca y llama la atención en estos últimos años, son los llamados drones, pequeños vehículos aéreos no tripulados que permiten realizar filmaciones y fotografías en HD y, que pueden ser controlados en forma remota. Sorprenden a cualquiera que alza su cabeza y los ve sobrevolar en algún espectáculo público o en eventos institucionales. Por lo general aquellos que concurren a la Fiesta Nacional del Sol, es el lugar donde vemos sobrevolar el aparato, un verdadero espectáculo de ficción.

Desarrollados y puestos en servicio hace muy pocos años, los drones pueden ser usados en infinidad de tareas, algunas son demasiado peligrosas como la exploración o la limpieza de residuos tóxicos, y como no podía ser de otro modo, para fines bélicos.

También son extremadamente útiles para el control de incendios forestales, la geología, la agricultura, la construcción, y el control y análisis de tráfico en las grandes ciudades, entre muchas otras tareas, ya que son muy económicos de operar, prácticamente no requieren de insumos o combustibles para su operación y no ponen en peligro las vidas de quienes lo pilotean. Un dron tiene un valor por lo menos 60 veces inferior a un helicóptero. En este sentido, la flexibilidad y la posibilidad de poder controlar a este ingenioso vehículo a distancia manteniéndose su operador fuera de peligro, es la respuesta adecuada para cada situación. Un ejemplo sencillo de la operabilidad de éste, es cuando se utiliza en ganadería para controlar el ganado y su pastoreo, mediante las cámaras montadas en el dron.

Recientemente se han introducido al mercado modelos más simples diseñados con el propósito de comercializarse en ámbitos más ligados a la recreación y al tiempo libre como la fotografía, el video, la entrega de paquetes o los juegos de realidad aumentada. En el ámbito del video y la fotografía se han comenzado a usar drones para montar cámaras y así poder tomar fotografías aéreas de bodas y otros acontecimientos sociales. En San Juan, Alejandro Montes, director de la productora "Montes Graffigna", es el primero en innovar con la implementación para uso audiovisual. Él explicó a Revista Oh! su uso, implementación y responsabilidad al operar el vehículo no tripulado.

Desde arriba San Juan

"Son cuatro personas las que poseen drones en la provincia para uso audiovisual, casi todos los aparatos son semi profesionales, ya que por el momento no se justifica tener uno de mayor envergadura. Hoy tener un dron es como hace 40 años atrás tener un trípode para tomar las fotografías, esencial para uso profesional. La tecnología avanzó tanto que es imprescindible para quienes trabajamos con las imágenes poseer un dron, ya que le da un acabado mucho más profesional y de mejor calidad. Mi primera experiencia con el uso del dron fue en la carrera del hipódromo, con el premio ‘Domingo F. Sarmiento’, había movimiento y un recorrido, por lo tanto la captura fue maravillosa", cuenta Alejandro.

"Prepararme para saber tripular este aparato fue una tarea grande que realicé en Buenos Aires y en varios viajes. Hoy en mi empresa tengo un solo operador del dron y yo, ya que no es fácil manejar estos vehículos, y su capacitación es fundamental. La utilidad en la productora es para filmación y fotografía. Por lo tanto, lo más importante en un dron para estos fines es su estabilización que se determina con un aparato que lo compone llamado gimbal, este sistema cuenta con un GPS y un microcomponente que hace que los motores se ajusten al movimiento y el gimbal hace que la cámara esté siempre flotando en el aire.

Algunos de los trabajos que realizamos con el dron son videos a empresas, fotografías institucionales como por ejemplo las del Centro Cívico, la Legislatura, el nuevo Teatro del Bicentenario, spot de comunicacionales, alquiler del dron, etc.

Para mí es de gran responsabilidad volar un dron, ya que tiene varios aspectos a tener en cuenta, tanto en daños físicos como materiales. Es riesgoso, no cualquiera puede volar este aparato. Se deben tomar ciertos recaudos previos antes de ponerlo en marcha, la observación del lugar es fundamental. Por ello es fundamental que haya un registro y una legislación respecto al uso de un dron.

Hace 25 años que tengo la empresa y los cambios tecnológicos son fundamentales, por ello invertí en uno. En la productora realizamos tareas para canales de televisión, el canal de Veladero full HD, transmisiones por internet, etc.

Es necesario que en la provincia haya un avance en el campo comunicacional, ya que estamos 15 años atrasados con la infraestructura informática. Realicé una gran inversión en el 2014 preparándome para los eventos venideros de la provincia, por eso pienso que ese avance debe acompañar y estar a la altura de estos acontecimientos sanjuaninos que son de gran importancia. Esa nueva tecnología la podrán observar en la próxima edición de la Fiesta Nacional del Sol", finaliza Alejandro Montes.

En la actualidad

Los drones comenzaron a venderse desde hace meses para uso casero, como quien tiene un avioncito volador. Varias empresas empezaron a publicitarlos en compañías por internet.

En Argentina están permitidos y no se necesita un registro, aunque conseguir un seguro que proteja al dueño del dron ante un posible accidente es una tarea difícil.

La principal empresa que vende las naves no tripuladas en Argentina es Parrot. Se trata de una compañía afincada en Francia y que construye los drones en Estados Unidos. El distribuidor oficial de la empresa los ofrece a un costo estimativo de $9000, se trata del Ar.Drone 2.0 que captura fotos y filma videos en HD y que puede utilizarse en interiores y exteriores. Hay una gran variedad de estos aparatos que van desde los simples de uso casero hasta los más profesionales, los precios varían mucho dependiendo del tamaño y cantidad de motores.

La operabilidad en el mundo

Los aviones controlados a distancia nacieron con un fin militar, pero hoy tienen otras aplicaciones; surgen quejas por las posibles violaciones a la intimidad.

Los drones han sido utilizados por las fuerzas armadas y servicios de inteligencia de Estados Unidos no sólo en operativos de reconocimiento sino en polémicos ataques contra blancos humanos de supuestos terroristas en varios lugares del Medio Oriente y Asia.

Estas naves están transformando la manera en que Washington realiza sus guerras y misiones militares en aras de la seguridad nacional. Pero el avance de la tecnología ha abierto la posibilidad a que se usen en incontables aplicaciones en el ámbito civil.

Parte central de la estrategia de defensa del presidente Barack Obama es reducir la presencia de tropas estadounidenses en los escenarios de conflicto armado y sustituirlos por operativos realizados por lo que la industria llama vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés). Dichos operativos incluyen la eliminación de individuos con bombas teledirigidas desde un UAV aún cuando estos no estén activamente efectuando una acción bélica pero son considerados una amenaza potencial a la seguridad nacional. Es lo que la Casa Blanca y el Pentágono llaman "ataque preventivo".

También la vigilancia de la frontera entre EEUU y México está asistida desde el aire por drones con cámaras que intentan detectar el cruce de indocumentados y el tráfico de drogas. Pero otras agencias estatales de policía y seguridad pública han empezado a solicitar autorización para su uso.

La Agencia Aeroespacial de EEUU, NASA, utiliza los drones para volar al ojo de huracanes y ampliar sus conocimientos en meteorología y varias universidades también están viendo las ventajas de los UAV.

Es una industria creciente con más de 2.400 empresas en todo el mundo invirtiendo en su desarrollo, eso sin incluir los que están trabajando en los sistemas afines.