El viernes pasado concursaron en la segunda ronda de Bailando por un sueño, la de clásico, con una versión de Torero de Carmen, la obra que en junio regresarán a San Juan. Y ante la inquisidora pregunta de Soledad Silveyra -una de los jurados, que se mostró extrañada de que la prestigiosa dupla hiciera en el certamen de Tinelli lo mismo que lleva de gira- se encargaron de aclarar que esa fue una coreo puesta por su coach especialmente para el concurso, y que no forma parte del tour, donde él encarna al militar Don José. Experimentados sobre las tablas, Patricia Baca Urquiza y Maximiliano Guerra -su pareja real y artística- debutan en la pista tinelliana, expuestos al ecléctico jurado, a quien varias veces los participantes terminan dando explicaciones de su rendimiento. Eso también les sucedió el viernes, cuando Moria advirtió "inseguridad’ en Guerra (‘seguramente por la lesión’, dijo la diva, luego que el bailarín explicara que sufre la fractura del espolón del calcáneo) y lo calificara con un 8. Sin embargo, más allá de todo, la dupla disfruta de esta incursión, que los más ortodoxos siguen criticando y a la que ellos mismos se negaron anteriormente.
"Este año el Bailando cambió radicalmente, por eso aceptamos; y me parece algo sumamente positivo. Cambió el jurado, cambió la línea, además hay muchos bailarines prestigiosos de Argentina, cómo no iba a estar Maxi. Además, al ser un programa popular y con mucho rating, la gente agradece poder ver a Maxi en la tele’, dice en charla con DIARIO DE CUYO Patricia, quien considera que "ahora sí podemos formar parte de este staff’; si bien es conciente de que se trata de un show, y que por lo tanto "es lógico que apuesten a tener una porción de bailarines prestigiosos y una porción de mediáticos, porque es un programa de TV, es un show, si no la fórmula no cerraría, y eso lo entendemos".
Mamá de nenas que antenoche siguieron a sus papis desde el estudio, la bailarina confesó que incluso les divierten las escenas de humor que se juegan con otros personajes en ShowMatch.
"Tinelli le da a la gente lo que la gente quiere ver, y lo que quiere la gente es reírse, llegar a su casa, poner la cena en la mesa y pasar un buen momento, distendido. Te digo porque en casa pasa, nos reímos un montón, nos encantan los personajes de humor. Yo creo que hay tiempo para todo, para el arte, para divertirse… Esto es un show, hay una fórmula y un ingrediente somos nosotros, pero hay mucho más que tiene que estar para que sea un programa de entretenimiento; sino, estamos haciendo Shakespeare en el teatro’, agregó Patricia, quien dejó en claro que en ellos no habrá interlocutores para los escándalos.
"De este lado no van a encontrar nada porque no tenemos tiempo de ponernos a pelear. Tenemos nuestra escuela de arte, una familia, un montón de sueños por cumplir… depende mucho de qué juego elige jugar uno’, sostiene firme y comenta que lo que más les satisface de estar en la tele es llegar a gente que no puede ir a verlos.
"A punto de bailar disco, una amiga nos contó que a su papá, que estaba internado, le dejaba la tele en ShowMatch para que nos viera bailar. Nos dimos cuenta que la TV está para eso, para entretener, y que llegamos a personas que no se pueden movilizar para vernos en el teatro. Y nos da mucha felicidad y emoción saber que en una habitación de hospital hay un señor que por un ratito se olvida de sus problemas’, acotó la bailarina que en 2011 sufrió un infarto y que retomó su carrera el año pasado, con cuatro stents y todas las ganas. El regreso fue justamente con Carmen, una versión que Guerra hizo especialmente para ella.
"Maxi hizo la coreo y puesta en escena, con colaboración de Gabriela Pucci y asesoramiento actoral de Manuel Callau. Es una puesta que creó para mí, sobre una Carmen que vio en mí hace unos años y es un orgullo bailar semejante obra hecha a mi medida’, se conmueve. "Es una pieza muy emotiva, trágica y al estar preparados teatralmente, también logra un color y situación escénica muy atractivos, porque el espectador se puede conectar con un bailarín más terrenal, que está contando una historia. Pero además la obra creció muchísimo, porque van influyendo situaciones personales. Cuando no pude bailar por el infarto, mi Carmen estuvo en pausa, y luego volvió a despertar dentro mío con toda la vivencia que tiene Patricia, que modifica a Carmen en el escenario’, se explayó Baca Urquiza, que se reconoce inspirada por esta gitana.
"El personaje me da mucho coraje, esa mujer tan apasionada y decidida de lo que quiere en la vida, y cómo disfruta de cada momento… Esa alegría que tiene como niña y esa mujer con mayúsculas modificaron a Patricia. Y ponerme en su piel, en cada función, en cada escenario, es un nuevo camino de descubrimiento’.
