Las respuestas de Barbieri no tienen pausa -casi un monólogo desenfrenado de verborragia, ironías, autodefensa y sensibilidad-. Tampoco su vida, su trabajo y sus escándalos. Su pegatina de conflictos 2010 -casi inapelable- registra un juicio post pelea con Marengo, violento combate con las hermanas Escudero, rumores de crisis matrimonial con Santiago Bal y una ¿sorpresiva? renuncia al jurado de Bailando -además de las rencillas internas, claro-. A poco de debutar en La Feliz con "Bravísima" -el 2 de diciembre y con "una superproducción mezcla de Cirque du Soleil y revista porteña", anticipó-, Carmencita dialogó con DIARIO DE CUYO y explicó por qué se fue del polémico certamen.

– En principio ¿Cómo estas de salud? Dicen que te bajaste de Bailando por ataques de pánico…

– (Risas) No, amor. Lo que pasa es que no saben cómo justificar mi ausencia en el programa y por eso inventaron que estoy enferma.

– ¿Y cuál es la posta? ¿Por qué renunciaste?

– Por mi trabajo en el teatro. Esa es mi prioridad. No solamente estoy como cabeza de compañía, sino también directora de vestuario y de los musicales y son muchas responsabilidades. No le podía cumplir a Marcelo este mes y medio que falta para que termine Bailando. No puedo ir y venir todo el tiempo. Además, como están las cosas en Bailando prefiero no estar…

– ¿Te sacaste un peso de encima?

– No, el certamen me hace feliz. Soy una agradecida y nunca muerdo la mano que me da de comer. Lo que pasa es que yo necesito tranquilidad y Bailando, hoy por hoy, no me la da. Un día está todo bien y al otro día no sabés quién te va atacar. En ese sentido, el Bailando saca lo peor de mí y lo que no quiero ver. Esa mujer irónica, agresiva con la palabra que no soy, pero cuando me provocan sí. Entonces no tengo ganas de que me digan vieja, aunque sea cierto (risas) o que mi trabajo es una porquería, que eso no es cierto.

– ¿Lo decís por las hermanas Escudero?

– No, ellas…ni me las nombres. Me traen mala suerte.

– ¿Son yetas?

– Yo no lo dije, eso lo decís vos (risas). Yo lo que sé es que cada vez que aparecen en mi vida me traen un problema. Así que a mí me dan mala suerte.

– Marengo pareciera que también ¿Cómo querés que pague todo el daño que te causó?

– A mí me gustaría que haga trabajos comunitarios, pero me dijo mi abogado que eso no se puede consumar. Me encantaría que sea voluntaria de un hospital o que vaya a un convento y limpie un baño, que haga cosas por la comunidad. A Marengo no la voy a perdonar nunca por lo que me hizo.

– La que no perdona a nadie en Bailando es Moria ¿Cómo ves su reemplazo?

– Me parece que es la mejor reemplazante que puede haber. A ver, no vamos a decir reemplazo, mas bien es titular. Es una mujer con muchos años de carrera, es muy importante en el espectáculo, sabe de baile y puede juzgar y es mediática. También muy viva con la lengua y creo que es lo que necesita Tinelli.

– ¿Y a Polino, que está ocupando la banca de Fort?

– Polino es bárbaro. Tiene humor y es bravo y parece hasta malo, pero nada que ver. Como jurado es genial.

– ¿Creés que la renuncia de Fort es un amague o una realidad?

– Yo creo que va a volver. Debería volver. El jurado es con Fort y no lo veo sin él. Lo más probable es que regrese.

– La Enana Feudale dijo a DIARIO DE CUYO que Showmatch es el reflejo de una sociedad violenta ¿Vos coincidís?

– Mirá, hace años que la sociedad está violenta. Las cosas cambiaron y mucho. Yo me acuerdo que cuando era chiquita nos íbamos a la cancha de Huracán con mi papá (NdR: el capocómico Alfredo Barbieri) y mi mamá, nos quedábamos a almorzar y después veíamos el partido Huracán-San Lorenzo, que son dos barrabravas. Pero no se mataban entre ellos y uno podía ir en familia.

– Paradojalmente, Bailando es un programa para la familia donde se matan entre todos ¿Todo vale en la televisión?

– Porque lo que vende es otra cosa, amor. Evidentemente la gente quiere ver que los artistas son peores que ellos. Esa vergüenza que pasa, porque es una vergüenza y me incluyo, es lo que la gente quiere ver. Ahí es donde dice: "esto es peor que uno".

– Hablando de peor ¿Está todo bien con Santiago Bal? Sobrevoló la palabra "separación"…

– Lo de la crisis no es verdad. Sí hubo un distanciamiento debido a mi exceso de trabajo. Dormía cuatro horas, no estaba nunca en casa, no lo veía a él, ni a mi mamá, ni a mis amigos ni a mi hijo. Fue eso, el resto lo inventaron.

– Al final ¿Coki va a ser una "Bravísima" o pone el gancho con Pachano?

– No. No arregló con nosotros, pero no por un problema de dinero como se dijo, sino por una cuestión de agenda. Coki tiene muchas fechas programadas, tiene que viajar a Miami y grabar un disco y nuestra revista es muy exigente y demanda tiempo.

– Y para esta temporada en La Feliz cuál es la idea ¿Ganarle a Gasalla y coronarte nuevamente como la Reina de la taquilla nacional o disfrutar de un verano lejos de Las Escudero y Marengo?

– (Risas) Lo único que le pido a Dios es que no le haga perder al productor toda la plata que puso. Y toda la plata que puse yo en el vestuario (risas).