El hundimiento de cráneo que tenía Zacarías Azcurra no era producto de un golpe, sino de un disparo de escopeta, reveló una alta fuente policial. Surgió de la autopsia. Esto confirmaría el robo, pero complica más la investigación sobre el asesinato del baqueano de 25 de Mayo, ya que al único detenido no le encontraron ningún arma de fuego.
La autopsia realizada ayer por el médico forense Eduardo Miguel Recabarren demostró que Zacarías Azcurra, de 76 años, murió producto de un disparo de escopeta, afirmó una fuente del caso. Es decir, las heridas y el hundimiento de cráneo era entonces por los perdigones. También confirmó que falleció el mismo lunes, o sea el día que lo vieron por última vez cuando llevaba a sus animales a un bebedero.
Mucho tiempo para él, o los homicidas. Es que su cadáver fue encontrado recién el viernes, envuelto en una lona de carpa y enterrado en un corral de su puesto llamado "El Achador", a 50 kilómetros al Suroeste de Las Casuarinas, 25 de Mayo. El anciano era riojano y vivía solo en ese paraje alejado. Tal parece, en esas circunstancias se dio el crimen. Su mula apareció atada a 800 metros de la entrada de su rancho y su perro no se movía del lugar. Después constataron que sus dos costosos aperos de plata -lo más preciado que tenía- estaban dentro de la casa, pero no así una escopeta, un revólver, un cuchillo y un puñal, según sus amigos y familiares.
El mismo día que hallaron su cadáver, la policía detuvo a "El Filo" Castro, de 23 años, un puestero de la zona que supuestamente había tenido problemas con Azcurra y lo molestaba a menudo. Si bien las sospechas, recaen sobre él, no le encontraron pertenencias de las víctimas ni ropa con sangre y menos un arma de fuego. Eso complica la investigación de los efectivos de la Seccional 32da., a cargo del subcomisario Rogelio Benegas, que siguen buscando pistas. Anoche, dispusieron que el detenido se sometiera a una prueba de Dermotest para verificar si tiene restos de pólvora quemada en la mano.
La sospecha policial es que quién mató a Azcurra cambió y limpió toda la escena del crimen, además tuvo tiempo para deshacerse de cosas comprometedoras que lo pudieran poner en evidencia. Eso hace más difícil la tarea de los investigadores.
