Mientras los partidos tradicionales de la provincia, como el justicialismo, el bloquismo, la Unión Cívica Radical, la Cruzada Renovadora y Desarrollo y Justicia perdieron afiliados en los últimos 4 años, la única fuerza que logró escapar a la fuga de seguidores fue Producción y Trabajo, liderado por el senador nacional Roberto Basualdo y considerado el principal dirigente de la oposición.
Los datos surgen de comparar un informe publicado por DIARIO DE CUYO en marzo del 2008, donde se reflejaba el movimiento de afiliados de las fuerzas políticas autorizadas a presentar candidatos en elecciones nacionales en San Juan, con las cifras proporcionadas por la Secretaría Electoral que funciona en el ámbito de la Justicia Federal de la provincia.
La cantidad de afiliados es lo que le permite a un partido político mantener la personería jurídico-política y poder presentar candidatos cada vez que hay una elección (ver página 3). Pero, además, es una demostración de poderío político frente a los otros rivales, aunque en la práctica a veces el número de seguidores no se traduce en votos en las urnas.
Según el análisis, el único partido que escapó a la fuga de afiliados que se viene produciendo es una fuerza relativamente joven que lidera Basualdo, quien en las últimas elecciones a Gobernador, en octubre del año pasado, salió en segundo lugar. Mientras el Frente para la Victoria con José Luis Gioja a la cabeza cosechó el 70,3 por ciento de los votos, el basualdismo, aunque bastante más atrás, tuvo un 19,3 por ciento de los sufragios.
Producción y Trabajo pasó de 2.277 afiliados en el 2008 a 3.065 ahora. En el caso del PJ, en el 2008 tenía 54.923 seguidores, mientras que ahora tiene 50.507. Lejos está la época, como en 1998, según datos de las Secretaría Electoral, en la que tenía 78.936 seguidores.
Entre las razones de la pérdida de simpatizantes, los analistas políticos mencionan que ha intervenido la falta de democracia interna para renovar autoridades en los partidos políticos y elegir los candidatos para cada contienda electoral. Esto ha llevado a una escasa renovación de los dirigentes en las fuerzas, que desmotiva la participación de nuevos afiliados.
En el caso del Partido Bloquista, que la última vez que conquistó la Gobernación fue en 1987, de la mano de Carlos Gómez Centurión, también redujo el caudal de simpatizantes. En el 2008 tenía 37.373, ahora tiene 33.5426, pero mientras controlaba el Ejecutivo tenía 60.029 seguidores.
Los radicales no escapan al fenómeno y así mientras en el 2008 tenían 27.078 afiliados, ahora suman 23.751. La UCR local integró la Alianza por San Juan, que llevó al sillón de Gobernador en 1999 al cruzadista Alfredo Avelín, ya fallecido. En esa época el partido tenía 40.813 simpatizantes.
No es distinta la situación de la Cruzada Renovadora que, como ya señaló, llevó a un hombre de sus filas en 1999 a la Gobernación. En el 2008 tenía 3.738 seguidores, que han bajado a 3.200 ahora. Pero en las épocas doradas tenía 7.879 afiliados.
En el análisis también puede mencionarse el caso de Desarrollo y Justicia, liderado por Jorge Abelín, actual asesor del Gobierno sanjuanino. En el 2008 tenía 5.898 afiliados y ahora tiene 5.201. Pero en 1998 llegó a tener 11.703 seguidores.
Otra pregunta que cabe realizar es por qué a veces los partidos inflan sus padrones. Según los analistas, las razones son varias. Por ejemplo, cuando un partido va a integrar un frente electoral necesita demostrarle a sus socios que tiene muchos afiliados para pelear una mayor cantidad de cargos en caso de llegar al poder. Los punteros políticos también se encargan de conseguir más adeptos para demostrar mayor poder territorial.
Pero las fuerzas no obtienen ningún incentivo económico ni beneficio electoral por mostrar padrones más nutridos.
Los fondos que reciben los partidos están establecidos en la ley de financiamiento de los partidos políticos, que fijó un fondo partidario permanente que consiste en una partida anual del presupuesto nacional que maneja del Ministerio del Interior. Ese dinero se reparte en un 30 por ciento entre todos los partidos políticos, mientras que el 70 por ciento restante se distribuye en forma proporcional a la cantidad de votos que el partido político o la alianza hubiera obtenido en la última elección nacional.
Para evitar los padrones inflados, incluso el exdiputado oficialista Eduardo Leonardelli, ya fallecido, llegó a presentar un proyecto de modificación del Estatuto de los Partidos Políticos en la Cámara de Diputados de la provincia. Incluía, entre las disposiciones transitorias, un artículo que propone depurar los padrones a través de un proceso de reafiliación obligatoria para todos los partidos con actuación en la provincia. Pero nunca llegó a aprobarse. Se pretendía transparentar los padrones para convocar a elecciones internas abiertas y simultáneas para elegir los candidatos.
