Por ahora duerme mucho, pero cuando está despierto mira todo con curiosidad. Liam, el bebé que fue quemado en una incubadora y a quien tuvieron que amputarle falanges de dedos de su mano derecha a poco de nacer, logró el alta y ya está en su casa de 9 de Julio. Sin embargo, deberá comenzar una rehabilitación para que pueda volver a mover su mano, pues se encuentra paralizada.
El caso de Liam es estremecedor porque apenas nació fue llevado a incubadora y, aparentemente, fue ahí donde quemaron su mano. La lesión fue tan grave, que tuvieron que amputarle falanges de sus dedos y hacerle injertos de piel. Sucedió en la Clínica Mayor, ubicada en Concepción, que hasta ahora no ha emitido declaraciones sobre el hecho, pese a los intentos de este diario.
Por el hecho, la familia realizó una denuncia en la Comisaría 2da y el caso ya está en la Justicia (ver aparte).
La mamá de Liam se llama Florencia Guevara y tiene 17 años. Ayer, confesó que se siente más tranquila pues su hijo ya está en casa. Desde que nació, el bebé no conocía ni el Sol pues todo el tiempo estuvo internado en Neonatología.
“De ánimo yo también estoy un poco mejor, esperando para comenzar con la rehabilitación de Liam. Va a ser muy importante porque de eso va a depender que lo tengan que operar o no”, dijo
Sucede que Liam no tiene movilidad en toda su mano, que quedó como doblada hacia arriba, producto de la inmovilidad a la que fue sometido con las vendas y las cirugías desde que nació, el 20 de marzo pasado. Según indicaron, Liam tiene problemas en sus tendones (tejido fibroso que une los músculos a los huesos), por lo que comenzará la rehabilitación para lograr movimiento. En caso de que este proceso no sea exitoso, entonces deberá ser intervenido quirúrgicamente.
La familia cambió al médico que los atendía en la Clínica Mayor, a la que dijeron que no quieren volver nunca más. “Hasta el día de hoy nunca se acercaron a hablarnos. Lo único que hicieron fue prestarle una habitación a mi hija. Las operaciones y hasta los descartables del bebé estuvieron a cargo de la obra social, porque en la clínica me pedían que todo estuviera autorizado, o sea que ellos van a recibir dinero por algo que jamás tendría que haber pasado”, dijo Daniel Guevara, el abuelo.
CON AYUDA
Con la llegada de Liam a casa, se viene una nueva etapa. Pero en ese cambio, la mamá quiere completar su vida de estudiante. “Voy a volver a la escuela, a terminar el último año”, contó. Florencia comenzará a cursar el sexto año de la Agrotécnica de 9 de Julio (las autoridades escolares contemplaron su situación y las faltas) y por estas horas se pone al día gracias a sus compañeros, que le llevaron apuntes y tareas. Florencia no se llevó ni una materia en todos estos años.
Los Guevara viven en la villa cabecera de 9 de Julio y es una familia muy querida. Al apoyo de los compañeros de Florencia, se suma el de los operarios de la finca donde trabaja el abuelo. “En todo momento me ayudaron. Juntaron dinero para darme cuando más lo necesitaba. Además la empresa me prestó plata y me pagó los días que no pude trabajar. Estamos muy agradecidos”, contó el hombre.
