A una semana de haber salido del sometimiento por parte de una organización local de trata de personas, un grupo de mujeres intenta recuperar sus vidas normales, pero sin una rutina estipulada. Si bien las víctimas realizan actividades cotidianas a través de las cuales buscan recuperarse, movilizan sus días las sesiones con los especialistas, las salidas para testificar y las despedidas de las mujeres que prefieren volver a sus lugares de origen. Así es como viven estas personas que fueron rescatadas tras un mega operativo que se llevó a cabo en la provincia y que destapó una organización mafiosa que las prostituía contra su voluntad.

Aunque las autoridades mantienen el hermetismo sobre la situación de las mujeres que fueron rescatadas tras el allanamiento de 16 prostíbulos de la provincia, contaron algunos detalles sobre cómo ellas pasaron los últimos 7 días en el refugio que prepararon para asistirlas (ver aparte) hasta que decidan volver con sus familias.

A pesar de que no se revela el dato exacto de cuántas son las mujeres que permanecen en el albergue dispuesto por el Ministerio de Desarrollo Humano, se sabe que son alrededor de 35. Todas, recibieron desde la noche del sábado 14 de abril hasta hoy, la asistencia de 15 profesionales que se turnan para acompañarlas. ‘Entre los especialistas hay abogados, trabajadores sociales, psicólogos, médicos y un equipo de recreación‘, especificó Vanesa Pringles, del Ministerio de Desarrollo Humano.

Si bien todas las víctimas reciben la contención psicológica, la atención médica es opcional. Es decir, cada una decide si, por ejemplo, se le realizan los estudios para determinar si padecen enfermedades de transmisión sexual. Mientras tanto, el abogado las asesora sobre cuáles son los pasos que la Justicia va a ir desarrollando y les explica qué deben hacer ellas.

A su vez, la tarea del equipo de recreación las ayuda a hacer actividades que les permitan distraerse. Si bien cada mujer decide qué hacer según sus gustos, el grupo ve películas, confecciona bijouterie, hace cajas para guardar sus objetos y hasta realiza pinturas.

En esas condiciones, las consecuencias de lo que vivieron se mezclan con las cuestiones más cotidianas. Es que, si bien ellas mismas se encargan de limpiar el albergue y de cocinar, hay días en los que tienen que salir a cumplir con la Justicia, por ejemplo para declarar. En esos casos, salieron acompañadas y luego volvieron al hogar sin hacer visitas extra.

‘Ellas no están presas, por eso pueden decidir si quieren salir. Pero en general, todas prefieren quedarse en el refugio‘, comentó Pringles. En cuanto a ver a sus familias, la funcionaria dijo que ‘del mismo modo, pueden decir si quieren visitar a sus familias. Y no está estipulado si miembros de su familia pueden ir al refugio, pero todavía no ha surgido la inquietud por parte de las mujeres. Lo que sí hacen los especialistas es hablar con ellas y prepararlas para la reconstitución del lazo con sus familias‘.

En cuanto al tiempo que la mujeres estarán en el refugio, nadie lo sabe. Pringles dijo que no hay nada estipulado y que podrán permanecer allí hasta que se sientan preparadas para reinsertarse en la sociedad y retomar sus vidas.