El caos reinante tras el sismo en Haití se ha extendido al espacio aéreo, hasta el punto que ayer se suspendieron varios permisos de aterrizaje, mientras un enjambre de aviones internacionales esperaba tocar tierra para ofrecer ayuda humanitaria.<BF>

<XB>La portavoz de la Administración Federal de Aviación estadounidense, Laura Brown, dijo ayer que el Gobierno haitiano no está aceptando la entrada de más vuelos estadounidenses porque no hay pistas disponibles ni combustible suficiente para que usen los aviones en el aeropuerto de Puerto Príncipe, la ciudad más afectada por el sismo.<BF>

<XB>El aeropuerto de Puerto Príncipe está a duras penas operativo, con la torre de control dañada y con escasa luz eléctrica. Pero el miércoles pasado aterrizaron algunos aviones con cargamentos de alimentos, medicamentos, y equipos humanos.

A esa ayuda se sumó también el avión Hércules de la Fuerza Aérea Argentina que ayer partió rumbo a Haití con alimentos, suministros médicos y un contingente de Cascos Blancos. Ante la presencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el avión con alimentos, suministros médicos y un contingente de Cascos Blancos partió ayer por la<BF> <XB>tarde desde la Brigada Aérea de El Palomar con los 10 mil kilos de ayuda para el país caribeño.

“No alcanzan (las palabras) pobreza e indigencia para explicar lo que sufre el pueblo haitiano. Esto pasa cuando (un terremoto) afecta a las poblaciones más vulnerables´, dijo la Presidenta.