“Mientras haya viva una luz de esperanza, hay vida”. Así, con la voz entrecortada a la hora de hablar pero con la ilusión firme de poder revertir la situación, abrió su análisis el capitán de Desamparados, Ariel Barth, sobre el preocupante presente que atraviesa el elenco de Puyuta. Es que Sportivo deberá esperar una combinación de resultados para poder esquivarle al descenso directo al Argentino B y disputar un desempate con Brown de Madryn.
Desamparados se jugará todo el domingo cuando deba ganarle a Cipolletti en el Serpentario y esperar que en Mar del Plata, Unión derrote a Brown. Por todo eso, el capitán, clave en el elenco de Puyuta, analizó la situación compleja y se mostró con la esperanza intacta de que se produzca el milagro. “Nosotros nunca imaginábamos estar así tan cerca del descenso, pero por algo pasan las cosas y dejaremos la vida para poder esquivarlo. Es una situación compleja, pero reversible” sostuvo el oriundo de Rausch.
Barth es palabra autorizada para analizar a Sportivo en la situación en la que está. Él fue clave en el ascenso a la B Nacional y la pieza destacada en la temporada en esa categoría. Por el cariño que le tomó a San Juan y la gente, se instaló en Desamparados y por eso se lo notó preocupado por el presente. “He vivido muchas cosas con Sportivo. Desde que empezó este campeonato nosotros sabíamos bien que no nos armamos para pelear por un ascenso y que el objetivo sería mantener la categoría, pero nunca imaginamos que iba a ser tan complicado salir desde abajo. Igual, soy de los que piensan que mientras haya viva una luz de esperanza, siempre hay vida. A eso nos aferramos”, sostuvo.
La derrota en Mar del Plata ante Alvarado el pasado domingo y el gol tempranero del conjunto marplatense (a los 10 minutos) también entró en el análisis del defensor. “Jugamos muy mal. No generamos nada y en el primer tiempo la pasamos mal. Creo que el gol de ellos nos perjudicó demasiado porque nos caímos y si bien llegamos al empate al final de la primera etapa, podríamos haber terminado peor”, profundizó. El ex Santamarina puntualizó también la jugada dudosa que terminó en penal para el local donde estuvo involucrado y marcó que eso todavía lo siente como una espina. “Fue una jugada rara, Seba (Sánchez) intentaba marcar al jugador de ellos, yo me acerqué y me cobró una mano que no fue intencional. Pero después tuvimos mucho tiempo como para llegar otra vez a la igualdad, aunque nos faltó claridad”, comentó.
Para cerrar, Ariel afirmó que con la unión del grupo todo se puede y esa será la clave este domingo ante Cipolletti en una nueva final. “Sabemos lo que nos jugamos el domingo, pero unidos y haciendo las cosas bien podemos salir. Entendemos a los hinchas que estén preocupados por esta situación. Yo tengo mucha fe que podemos zafar”, finalizó.
