"¿Qué le podés decir a un chico que tiene el don?", dijo conmovido Oscar Mediavilla. Fue luego de que el Estadio Cubierto Aldo Cantoni se viniera abajo con la actuación del Juan Cruz Rufino, "el peque" del Soñando por cantar sanjuanino, que el jueves por la noche deslumbró al jurado con su talento, su frescura y su actitud; y que tuvo eco en varios medios nacionales. Acompañado por su padrino Javier Parrales, el muchachito de 12 años se metió a todos al bolsillo apenas puso un pie en el escenario. "Estuvo buenísimo" dice con su angelada sonrisa "el cardenal sanjuanino", en charla con DIARIO DE CUYO.
Acompañado por sus padres y padrino que lo miran con ternura, Juan -menor de cuatro hermanos, que cursa el 1ro 4ta del Nacional de Rawson y que fue ganador en 2010 de la Fiesta de las dos puntas, en Rivadavia- cuenta que lejos de intimidarse por el prestigio del jurado y la multitud que lo miraba, en directo y a través de la tele, eso lo motivaba. "Antes de salir no estaba nervioso, al contrario, más ganas me dieron de cantar. Estaba re contento, ansioso, que es otra cosa. Quería entrar y estar ahí", dice con la misma decisión con la que entró al Aldo Cantoni este hincha de Boca y de San Martín, ahora sorprendido porque ya comenzaron a reconocerlo y a saludarlo por la calle.
¿Si se sentía ganador? "Primero, cuando estábamos con todos los artistas estaba con la duda, pero ya cuando bajaron algunas palancas, pensé que sí. Después, cuando dijeron que habían elegido a tres, pensé que no, porque nosotros ya éramos dos. Y cuando anunciaron al último y me dijeron a mí, bueno, ¡joya!".
Como al resto de los participantes, su tema (Yo no me doy por vencido) lo eligió la producción, y él estuvo ensayando dos días "nada más". La dedicatoria a Patricia, confiesa, salió en el momento, como varias de las ocurrencias que redondearon su buena noche; esa en que pudo sacarse fotos con Iúdica, que para su sorpresa, lo invitó a su camarín; y que pudo recibir los mimos y consejos del jurado también detrás de escena.
"Yo canto desde los 2 años y medio. Antes era con una guitarra vieja, que le pasó mi abuelo a mi papá. Él me retaba porque yo la tocaba y me decía que la iba a romper; entonces la dejaba, pero cuando se iba, empezaba a tocar otra vez", recuerda el curioso Juan, que también de oído aprendió a tocar bombo, guitarra, violín y flauta; que valora el consejo del jurado: estudiar para hacer crecer su don; y a quien Mediavilla -productor- ya le echó el ojo. Hay un interés, pero todo a su tiempo. Las expectativas están", acota Javier Parrales, el padrino.
"¡Recuerden este nombre!", vaticinó Valeria el jueves. Mientras, Juan Cruz sigue cantando. Y soñando.
