La controversia pública por los concursos en el Poder Judicial tuvo su puntapié inicial en junio del año 2005, cuando la aspirante Norma Cecilia Luna denunció, dos días antes de rendir la prueba escrita, que el secretario administrativo de la Corte, Luis Recio (foto), le había adelantado bajo cuerda las preguntas y las respuestas para favorecerla. Enterados, los ministros del máximo tribunal dejaron sin efecto el examen y decidieron repetirlo para despejar cualquier sospecha. Los dichos de Luna le valieron a Recio una denuncia penal de la Unión Judicial, que estuvo dando vueltas varios meses, por la inhibición de ocho jueces. Al final Recio fue despegado de toda responsabilidad en el conflicto. También el escándalo llegó a la Legislatura, cuando el Foro de Abogados pidió la destitución de la Corte de Justicia en pleno. Pero los diputados rechazaron el planteo.
