Inglaterra, 18 de marzo.- Tras empatar 1 a 1 en Estambul, el Chelsea y el Galatasaray volvieron a verse las caras en Stamford Bridge. Con José Mourinho de un lado y Roberto Mancini del otro, el duelo disputado en Londres se presentaba como una batalla de estrategas, en donde el resultado se podría definir a través de los detalles.
La concentración fue la carta con la que el dueño de casa se puso en ventaja de una forma muy prematura. Con sólo cuatro minutos transcurridos, Samuel Eto’o recibió de Oscar y el camerunés anotó el 1 a 0 para la tranquilidad del público local. La floja respuesta de Fernando Muslera favoreció a la conquista del potente delantero.
El golpe recibido fue tan duro que dejó sin reacción al representante turco. La fragilidad de su defensa, la incertidumbre generalizada y el tibio poder ofensivo contribuyeron al esquema de los "Blues" para mantener un dominio absoluto del choque.
Ante tanta pasividad de la visita, los "Pensioners" estiraron la diferencia antes de irse al descanso. A través de un tiro de esquina, Gary Cahill aprovechó un rebote del arquero uruguayo e infló la red: 2 a 0. Si bien todavía quedaba un tiempo por disputarse, la llave se mostraba cada vez más cerrada.
En el complemento no hubo variantes en el mando del encuentro. El Chelsea se encargó de congelar las acciones ante los inoperantes movimientos de su adversario. Trasladando la pelota por las bandas, con el respaldo de la precisión de Hazard y Lampard, los de Mourinho fueron unos claros vencedores, incluso tuvieron la posibilidad de golear. Con la clasificación en el bolsillo, los comandados por el portugués intentarán repetir su producción en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Sin dudas, tienen argumentos suficientes para ilusionarse con la "Orejona", aunque dependerá mucho del rival que le toque.
