San Lorenzo decepcionó ayer a su público que colmó el Nuevo Gasómetro a la espera de que salga campeón, al empatar sin goles ante Estudiantes y ahora deberá ir a buscar el título a Liniers, frente a Vélez, convertido últimamente en su clásico rival que también quiere el mismo premio. Claro que también cuenta con chances Newell’s y Lanús, que se topan en Rosario.
Con puntos bajos en todas sus líneas, San Lorenzo jugó por espasmos, a veces pareciendo relajado y otras a puro nervio. Además para continuar con su tarde negra, San Lorenzo perdió para el próximo partido al capitán Pablo Alvarado, al ser expulsado sobre el final. Con esta imagen, el Ciclón no hizo más que frustrar la fiesta que había preparado su público, que no podrá asistir al partido decisivo.
El partido fue mediocre, impreciso y escasa claridad en la zona de definición. San Lorenzo equivocó el camino, apurado, al no poder elaborar juego colectivo y sus individualidades estuvieron apagadas, salvo una jugada sobre el final del partido de Ignacio Piatti. Por su parte, Estudiantes llevó una estrategia prolija al Nuevo Gasómetro, intentó aprovechar un contraataque y terminó la etapa inicial con la mejor chance cuando un centro de Auzqui le siguió un remate Alvaro Klusener en el travesaño. San Lorenzo esta vez no le funcionó el tándem por izquierda entre Piatti y Walter Kannemann, ya que la marca escalonada que le presentó Estudiantes le impidió al local desequilibrar por ese sector. Además Leandro Romagnoli y Angel Correa estuvieron en bajo nivel y no apareció ningún volante para sorprender. En San Lorenzo lo más claro fue un remate de Héctor Villalba que Gerónimo Rulli controló.
En el segundo tiempo, Estudiantes intentó aprovechar el letargo de San Lorenzo, que terminó a quince minutos del final, cuando retomó su ambición. A los 33 Alan Ruiz disparó desde fuera del área y el remate se fue cerca del palo derecho y tres después un jugadón de Piatti por izquierda derivó en un centro atrás para Elizari a dos metros del arco pero Rulli, rápido le puso el cuerpo delante para desviar al córner y llenar de enigmas la ilusión de San Lorenzo de salir campeón.
