La producción cinematográfica de los últimos años en nuestro país nos está dando la posibilidad de acceder a contenidos de muy buena calidad, reconocidos en el exterior y entre los que se destacan películas históricas referidas a nuestros principales próceres, como San Martín o Belgrano. Precisamente, las proyecciones de "Revolución, el cruce de los Andes” y "Belgrano”, que estuvieron en exhibición en nuestra provincia hasta hace unos días, son muestras del potencial del cine nacional como recurso de difusión de nuestra idiosincrasia, narrando hechos de la vida cotidiana como también históricos.
Con las películas históricas queda en evidencia que este tipo de producciones se pueden realizar sin establecer un divorcio entre el contenido de su narración y su presentación artística, dentro del lenguaje cinematográfico. Ambas expresiones se pueden conjugar perfectamente logrando un producto que resulta atractivo, entretenido y a la vez muy informativo para las generaciones que comienzan a conocer la historia de nuestro país, contada en una forma amena, pero no por ello menos efectiva.
Hasta hace poco nos maravillábamos con películas históricas de otros países muy bien logradas, con las que en cierta forma nos iban haciendo conocer su pasado y la importancia de sus próceres o héroes. Ahora tenemos la posibilidad de conocer nuestra historia a través de la cinematografía, con filmes bien logrados. El apoyo al cine nacional es un compromiso que se debe asumir desde distintos sectores, para garantizar la continuidad de estas producciones que ponen en marcha la industria con cientos de puestos de trabajo y que posibilita a mucha gente contenidos que posibilitan conocer más sobre la Argentina.
