Consultar y pedir ayuda en una de la Unidades Municipales de Asistencia en Adicciones es el primer paso en el proceso de recuperación que puede incluir varias instancias según la gravedad de cada caso.
El nerviosismo y el temor a la exposición son los factores que siempre están presentes durante la primera entrevista con los especialistas. Sobre todo cuando quien consulta no es un familiar de la víctima, sino alguien de su entorno que quiere ayudarla. Todo desaparece cuando los profesionales le aseguran a esa persona que su identidad no trascenderá si ella no quiere.
A partir de ahí todo depende de los profesionales que llevan a la práctica diferentes mecanismos para contactar a la familia de la víctima y luego llegar a ella. ’Cuando es una docente la que nos consulta cómo ayudar al alumno que consume drogas, el equipo terapéutico le pide, por ejemplo, que cite a los padres del chico en la escuela con la excusa de una reunión y así hacer el primer contacto con ellos. De ahí en más tienen que lograr que decidan llevar a su hijo a la UMAA para evaluar su situación y comenzar un tratamiento en caso de ser necesario’, dijo Marcelo Bartolomé.
Si el consumo no llegó a convertirse en una adicción, lo más probable es que el chico logre superar el problema con una serie de sesiones terapéuticas. Ahora si el consumo ya es adictivo, deberá iniciar un tratamiento que podrá ser ambulatorio o residencial.
En el primero de los casos podrá ingresar al Hogar San Benito con terapias semanales o bajo la modalidad de Hospital de Día, es decir permanecer todo el día en el lugar para participar de terapias y actividades recreativas y culturales.
Si la adicción ya comprometió su salud mental y física deberá comenzar un tratamiento residencial en el Proyecto Juan, si es varón, o en el María del Carmen, si es mujer. Allí permanecerá internado con asistencia interdisciplinaria hasta tanto logre completar el tratamiento y recibir el alta.
En casos extremos donde tenga que someterse a una desintoxicación antes de comenzar con el tratamiento, deberá permanecer internado en la guardia del Servicio de Psiquiatría del Hospital Marcial Quiroga durante unos 10 días, tiempo que le lleva al organismo desintoxicarse. Si no hay disponibilidad de camas en esta institución podrá ser derivado a una clínica privada o incluso a otra provincia, siempre con la asistencia estatal.
Superado este proceso, deberá comenzar con el tratamiento residencial para lograr la recuperación.
