El cambio climático constituye el peor problema socioambiental que enfrenta la humanidad, sus consecuencias repercuten en todo el planeta, y en muchos lugares se han dictado normas de emergencia para mitigar las variables meteorológicas, en particular ante olas de intenso frío, como las que soporta el hemisferio norte, o calores agobiantes en nuestra región.

Es un problema que requiere respuestas generales, a nivel nacional, y locales según las particularidades de la incidencia climática y para proteger a las personas más vulnerables que desarrollan actividades en momentos durante las temperaturas extremas. En San Juan se ha iniciado el ciclo escolar y el turno tarde desarrolla las clases con temperaturas cercanas a los 40 grados y si bien casi todos los edificios escolares tienen ventiladores y algunos aire acondicionado, el problema se debería atender de manera estructural y no como cuestión atípica y circunstancial.

Por ejemplo el Ministerio de Educación de La Pampa ha suspendido las clases en el turno tarde en todas las escuelas de la provincia hasta nuevo aviso, a causa de la ola de calor que afecta la región desde el lunes pasado. Además, las autoridades informarán todas las noches sobre la normalización o continuidad de las suspensión de clases, de acuerdo con las precisiones del pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional. Otros gobiernos escolares, caso del mendocino, han establecido el cese automático de actividades por contingencias meteorológicas puntuales, como los vientos Zonda, debido a los riesgos que corren docentes y alumnos.

Pero también es importante que las interrupciones por bruscos cambios climáticos sean compensadas luego, de manera de no interrumpir la continuidad del calendario escolar. El cambio climático debe involucrar a la escuela más allá de asociarlo con la destrucción de ecosistemas y desaparición de especies sino también relacionarlo con nuestra forma de vida de forma directa, el impacto en la salud por ejemplo, y hacer prioritario los conocimientos entre los niños y jóvenes.

Al respecto el tema preocupa a los pedagogos quienes coinciden en que se hace necesario ofrecer herramientas a los chicos para emprender soluciones creativas y alternativas desde la escuela para mitigar el cambio climático y para aumentar nuestra capacidad de adaptación.