Dedicó la mitad de su vida a coleccionar objetos de gran valor histórico para contribuir con la cultura, pero ahora decidió deshacerse de ellos. Amín Raed, médico y fundador del Museo del Tango, comenzó a donar sus tesoros por razones económicas y para que no queden en el olvido. Dijo que donará todas las piezas del museo del 2×4 a la nueva Escuela de Música, de la UNSJ, y que ya donó la colección de libros de medicina y de revistas deportivas a otras dos instituciones.
’No soy inmortal ni tengo tanta plata para mantener un museo sin ayuda. Por eso decidí regalar todo antes de que se pierda‘, dijo Raed, explicando los motivos de su decisión de donar las reliquias que atesora.
Ya donó los primeros libros de Medicina del Deporte que él mismo compró cuando comenzó la especialización en esa rama. Se los regaló a la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Cuyo al igual que todos los libros de Medicina que usó cuando cursaba la carrera. En tanto que al Instituto de Educación Física le donó todas las revistas deportivas, algunas de las década del 30, que tenía en su poder.
Lo que aún guarda, pero por poco tiempo más, son las colecciones completas de algunos cantantes de tango más destacados del país como Rodolfo Lesina y Atilio Stampone, las vitrolas de la década del 20, los diferentes modelos de radios antiguas y el bandoneón de los años ’50 que forman parte del Museo del Tango que fundó en 1999 y que hace 5 años cerró sus puertas. Estas piezas más todo el resto las donará a la nueva Escuela de Música de la UNSJ. ‘Ya hablé con las autoridades de la Universidad y aceptaron con gusto mi ofrecimientos. Todo lo que estaba en el museo pasará a sus manos. Dentro de unos días vamos a firmar el convenio por eso voy a comenzar a hacer un inventario de todo‘, dijo.
En el 2009, Raed vendió la casa paterna donde funcionaba el museo a una empresa constructora. Ese mismo año tuvo que llevarse sus tesoros a otra parte. Actualmente todas las piezas están guardadas en una casa, amontonadas y sin recibir ningún tipo de mantenimiento. ‘Casi no voy a ese lugar porque me dan ganas de llorar. Está todo tirado y cubierto de tierra. Por eso decidí regalarlo para que no quede en el olvido. Me da rabia y tristeza por el esfuerzo que hice para mantener en pie este homenaje al tango y no haber recibido ningún tipo de ayuda oficial para que funcionara‘, dijo Raed.
La Casa del Tango Carlos Gardel, Museo del Tango Doctor Amín Raed fue inaugurada en 1999. Fue el precursor del Museo Mundial del Tango que abrió sus puertas en el 2003, en la ciudad de Buenos Aires.
