Precios a granel tonificados, stock pobres en tintos, inminencia de cosecha insuficiente para restablecer equilibrios. Estos elementos que se avizoran para la nueva vendimia han resurgido las viejas discusiones por el índice de color de los tintos y fue uno de los temas de la última reunión de la Comisión Asesora Técnica en el Instituto. Los directivos de viñateros y bodegueros trasladistas se muestran remisos a que se bajen los límites mínimos del color para comercializar un vino como tinto. Esto es, de 450 a 400 unidades de color. Deducen que ésto facilitaría el uso de vinos blancos y algunos criollos, para engrosar el volumen de los tintos.