Eran pareja. Él tenía 17 años y para noviembre de 2010 hacía 7 meses que se había ido de la casa de sus padres. Ella, Alejandra Saavedra, tenía 24 y ya había sido denunciada por la madre del menor a causa del vínculo amoroso con el chico. Fue una relación muy particular aquella, que incluso tuvo complicidad hasta en el crimen de un joven en la madrugada del 21 de noviembre de 2010 en Concepción, Capital. Ayer, ambos imputados empezaron a ser juzgados en la Sala II de la Cámara Penal y allanaron el camino hacia un debate más rápido porque confesaron: ella dijo que le pasó la navaja al joven, hoy de 20 años, aquella madrugada. El chico también admitió que usó esa navaja para matar pero que lo hizo para defenderse, dijeron fuentes judiciales.

Néstor Raúl Chávez tenía 21 años, era albañil y vivía con sus cuatro hermanos y sus padres en el barrio Candelaria, en Concepción, Capital. No tenía antecedentes policiales y sus familiares y amigos aseguran que la madrugada que lo mataron iba con un amigo a comprar vino, cuando paró a pedirle fuego al acusado y éste de la nada le pateó la bicicleta y le dio dos puntazos en el pecho, dejándolo sin ninguna chance porque uno de ellos perforó su corazón.

Otra versión instala sin embargo la posibilidad de una pelea previa que tuvo al menor imputado como perdedor. Los testigos que apuntalan este relato dijeron que aquella vez Saavedra y su novio adolescente quedaron en juntarse, tras una pelea de pareja, en la escuela Teniente Ibáñez, en Tucumán y Corrientes, Capital. Cuando se encontraron Saavedra (hoy de 26 años) estaba con una amiga que fue insultada por el jovencito, porque esa chica le recriminó que maltratara a la acusada y tras ser increpada llamó a sus hermanos para darle un escarmiento al menor.

Según el expediente, fue entonces que ese chico fue golpeado por un grupo en el que habría estado Chávez. Ambos volvieron a cruzarse luego porque el menor no se fue del lugar y fue ahí que pelearon y Saavedra le pasó la navaja que usó para matar.

Aquel crimen fue presenciado por varios testigos y por eso la pareja pronto fue detenida. Ella pasó al Penal de Chimbas. Él, por ser menor, está internado y recibe un tratamiento en el Instituto de Menores Nasario Benavídez, donde “se recupera favorablemente”, dijeron las fuentes.

Ahora, en los alegatos, la fiscal Alicia Esquivel Puiggrós y el defensor oficial Mario Vega que actúa como parte querellante, deberán decidir si mantienen o modifican la acusación contra ambos. Y todo indica que la defensora oficial Amalia Sosa de Carelli (por el menor) y Raúl Crifó (defiende a Saavedra) buscarán atenuar la responsabilidad de sus defendidos. Resolverá el juez Ernesto Kerman.