Meses atrás, la Auditoría General de la Nación (AGN) presentó un informe sobre el control de aduanas y fronteras señalando fallas en los puestos fronterizos que facilitaban el desarrollo del narcotráfico y de otros delitos. Observó que la permeabilidad fronteriza es cada vez mayor y reclamó una política integral y estratégica para frenar la creciente actividad delictiva.
A la escasez crítica de personal, carencia de equipamiento y tecnología obsoleta, entre otras deficiencias, se sumaban los "bagalleros” o contrabandistas como mano de obra de las bandas de traficantes, instalando la cultura del crimen organizado como medio de vida. Si bien el informe de la AGN tuvo una inmediata réplica de las autoridades de Migraciones, enumerando las mejoras para impedir el tráfico ilegal, hay hechos que indican lo contrario, y más precisamente en la zona de la Triple Frontera: Paraguay, Brasil y Argentina.
El indicio lo dio la fiscalía federal del partido bonaerense de Tres de Febrero, donde se tramitan siete expedientes por robos con privación ilegal de la libertad y secuestros, cometidos por una banda armada con fusiles tácticos M-16 y Remington. En Argentina las Fuerzas Armadas y de seguridad no usan M-16, por lo que sorprendió que estas armas automáticas con enorme poder sean manejadas por delincuentes.
A partir de la revisión de cada una de esas causas, los funcionarios determinarán si los últimos episodios ocurridos en Morón, San Martín y San Isidro fueron cometidos por el grupo autodenominado "la banda del M-16”, o si existen otras organizaciones delictivas que usan armamento de guerra para concretar robos comunes.
Todo apunta a la Triple Frontera, ya que en octubre pasado la Aduana secuestró un cargamento de cargadores y municiones para el fusil ruso AK47, que iba de Paraguay a Rosario, y un fusil M4, modelo anterior al M-16, fue incautado también en 2014 en Villa Gobernador Gálvez. Es más, dos fusiles similares a los usados por el Ejército de Estados Unidos, uno de ellos con mira láser, fue incautado en otro operativo, abriendo mayores interrogantes acerca de cómo los consiguieron los delincuentes, lo mismo que las municiones.
Urge controlar esta temible asociación de narcos y traficantes. Las mismas armas fueron secuestradas a estas bandas en Colombia y México.
