El especialista en comercialización frutihortícola Federico Ocampo, dialogó con Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO sobre el crecimiento desmesurado y desordenado del sector urbano sobre el rural y, entre otros aspectos, destacó que "ordenar y planificar el crecimiento de los núcleo habitacionales sobre el cordón hortícola que rodea las ciudades en nuestro país, es una responsabilidad que le compete a los municipios y al área de planeamiento urbano de los gobiernos provinciales".
Destacó que "el desorden en este sentido es preocupante y no se acota a las principales ciudades argentinas, sino que se trata de un triste fenómeno que afecta a todo el planeta".
"Para San Juan este tema debería ser un tema de análisis estratégico en un entorno desértico y donde el crecimiento de la ciudad se da ocupando la infraestructura de riego y caminera desarrollada durante siglos para el sector agrario" indicó.
Ocampo manifestó su preocupación "en torno a la falta del resguardo de la soberanía y seguridad alimentaria para las generaciones futuras. Como si nuestros hijos y nietos no nos fueran a reclamar por este problema", agregando que "en España, más precisamente en Cataluña, ya hay parques hortícolas con el mismo peso y servicios de un parque industrial. Esto permite preservar zonas agroecológicas para la horticultura periurbana".
Finalmente destacó que "el programa de horticultura urbana ha sido lanzado oficialmente esta semana y que prevé el apoyo a los chacareros acosados por el crecimiento urbano".
En San Juan
En nuestra provincia el avance desordenado de la ciudad sobre el campo es una dura realidad y produce la desaparición de las chacras.
Entre algunos motivos podemos citar los siguientes aspectos explicados por los propios agricultores:
* La baja rentabilidad de sus cultivos y el avance urbano hace estragos entre los pequeños productores.
* Algunos productos ostentan aún precios pre devaluación. Mientras, los costos aumentaron en dólares y siguen a la inflación lo que fulminó la rentabilidad en varios cultivos.
* Falta de capacidad física, financiera, económica y gerencial de los chacareros para subsistir frente a los cambios del sector.
* La renovación generacional de los chacareros no alcanza a sustituir a la anterior dado que los hijos emigran o cambian de actividad impulsados por la frustración de sus padres.
* La proximidad de los nuevos centros habitacionales dificulta la producción hortícola, desde la realización de las labores agrícolas tradicionales -fumigaciones, fertilizaciones, etc- hasta la utilización de modernas tecnologías.
* Los habitantes de los nuevos núcleos habitacionales atentan constantemente contra la calidad y disponibilidad del agua de riego.
* Los barrios avanzan y las chacras no se retiran, simplemente desaparecen del oasis cultivable del Valle del Tulum.
Por estos aspectos entre otros motivos y tal como citáramos anteriormente en estas páginas, entre el año 2001 y principios del 2007 por ejemplo, se perdieron en la provincia, conforme a los relevamientos agrícolas del departamento Hidráulica, unas 1.346 hectáreas o el 12,5% de las chacras.
Los chacareros
Por estos motivos los chacareros desde hace ya más de dos años vienen reclamando:
* El cuidado y mejoramiento de la ya muy deteriorada red de riego, canales y desagües.
* Planificación urbana que contemple y preserve las hectáreas agrícolas, no construyendo núcleos habitacionales en terrenos bajo padrón de riego.
* Expreso control en los departamentos lindantes a la ciudad Capital con las fincas que se utilizan para la producción agrícola. Generalmente ellos son excelentes terrenos para cultivos.
* Acceso al crédito de forma diferencial para productores a fin de tecnificarse.
* Distribución de terrenos fiscales para desarrollar colonias de pequeños productores hortícolas bajo el control de entidades rurales.
* El atento control de la mano de obra extranjera.
