Su nombre es Alfredo Palacio Vera y desde ayer se convirtió en el nuevo detenido por el brutal asesinato de Marta Griselda Cardozo. Tienen por qué sospechar. Él es un exconvicto que purgó condena por abuso sexual y cuyo perfil psicológico era descripto, allá por el 2006, como el de una persona con rasgos psicopáticos de perversión sexual y doble personalidad. Hay otro dato más importante: el sospechoso es vecino y vivía a la vuelta de la casa de la víctima.
Los policías de Homicidios, con orden del Cuarto Juzgado de Instrucción, detuvo a Palacio Vera (48) ayer a primera hora de la mañana en un domicilio de calle Colombia, en el mismo barrio Patricias Sanjuaninas, aseguraron fuentes del caso. Esa vivienda da a los fondos de la casa donde encontraron ultrajada y asesinada a golpes a Marta Cardozo (64) el sábado último, explicaron. Además de este último dato y de sus antecedentes, hay otros indicios que se mantienen en reserva y son analizados meticulosamente por el juez Pablo Flores (ahora subrogante en el juzgado) y el secretario, Martín Heredia Zaldo, quienes dirigen las investigaciones, dijo un funcionario. Como parte del procedimiento, ayer secuestraron el celular, algunas de sus prendas y calzados del sospechoso para peritarlas con el fin de establecer si estuvo en la escena del crimen. Palacio Vera no tiene relación con Guzmán, el otro detenido.
El ataque sexual y la brutalidad con que cometieron el asesinato, hizo pensar desde un principio en la acción de un psicópata sexual. En esa línea, Palacio Vera tiene una historia oscura. DIARIO DE CUYO publicó el caso de este hombre que era portero y que el 18 de mayo de 2006 fue condenado a 8 años y 6 meses de reclusión por los abusos sexuales contra una nena de 2 años, integrante de su familia, y por amenazar de muerte a su suegra y su cuñado. También se lo acusaba de violar a su exconcubina, aunque ésto no se pudo probar. Durante el debate se ventilaron datos sobre su personalidad que hoy toman relevancia: un informe psicológico, de ese entonces, describía a Palacio Vera como impulsivo, a veces violento, afectivamente frío, también simulador, con rasgos psicopáticos de perversión sexual y de doble personalidad.
