"Lo haría otra vez. Lo haría muchísimas veces", asegura rotundo y aún eufórico. Es que las experiencias que Sergio Verón vivió en febrero pasado en medio de la montaña sanjuanina junto a participantes de todas las provincias del país, quedaron marcadas a fuego en cada uno de ellos. Y por eso es que todos celebraron la salida al aire del programa -el sábado pasado- y esperan ansiosos el último envío de 24-200, el docu-reality del cruce de los Andes, que hoy se emitirá por Canal 7 a las 19 y en el que el ex coach de Cuestión de Peso oficia de conductor.
"Reconozco que me hubiera encantado que hubiesen sido 6 emisiones, porque fueron sólo dos capítulos de 50 minutos de artística y hay un montón de material buenísimo que quedó afuera, pero bueno, está bien", dice con tono casi resignado Verón, una de las 60 personas de la comitiva (entre protagonistas, técnicos y gendarmes) que le puso el cuerpo a est propuesta pergeñada por el productor Fernando Leanza. Producto al que -confiesa- no le fue fácil encontrar hogar en una tele donde imperan contenidos menos románticos y altruistas.
"Cada vez que un productor nos recibía preguntaba ¿hay sexo, hay sangre? Y… a 3 mil metros de altura, es complicado que haya sexo, contestaba yo, pero les explicaba que sí había 24 historias de vida, héroes anónimos, geografía e historia argentinas", cuenta a DIARIO DE CUYO Verón, que no sólo saboreó el cruce y participó en la selección y edición del material de manera casi obsesiva -"había días que dormíamos apenas 3 horas", contará-; sino que también palpitó como un pope de TV el "maldito minuto a minuto" del debut, temible vara con la que se mide ya no el futuro, sino el presente de un ciclo en la vertiginosa televisión actual.
"Nos juntamos en el microcine del edificio donde vivo a ver el programa, con todo el equipo de Buenos Aires, amigos y familiares… y con Fernando seguíamos el minuto a minuto, que te llega por teléfono. El programa anterior nos había dejado 1 punto de rating y nos habían dicho en el canal que teníamos que hacer entre 1.5 y 1.9 puntos. Bueno, arrancamos y en eso empezó a subir… 1.5, 1.8, 2, 2.5, 2.7, que fue el pico… Fernando y yo gritábamos como desaforados y no le dejábamos ver nada a nadie’, recuerda entre risas Verón, quien ahora podrá disfrutar más relajado de este cierre que volverá a reunir a todos en el imponente escenario sanjuanino, ese que no descarta volver a pisar el año que viene, en la acometida oficial.
"Salió todo bien, en el canal quedaron muy conformes con el trabajo, fue en alta definición, con la calidad que queríamos, porque es casi una película de cine", resume Verón, mientras aguarda el desenlace de esta historia que -cruzan los dedos- podría tener un especial de yapa.
"Lo de mañana (por hoy) es el plato fuerte del programa, que no tiene un perfil competitivo como la mayoría de los reality… y eso es lo bueno en medio de tanta carnicería. Acá el final tiene que ver con un hecho histórico y con que ganaron los 24 argentinos. Acá no hay un perdedor, sino un equipo que cumplió su desafío", resalta el conductor, para quien "artísticamente esto es lo más lindo que yo he hecho".
"Es que si bien fui a conducir, fui un participante más, porque estuve en las mismas condiciones que el resto. Cuando dije que sí, la verdad, ni me imaginaba lo que iba a ser eso. Pero no me arrepiento de nada. Fue algo increíble".
