El próximo lunes se cumplirán dos años de la beatificación del Cura Brochero y sus fieles podrán celebrar esa fecha con la mejor de las noticias: el cordobés está a un paso de ser santo. Es que con la confirmación del segundo milagro, lo que queda son instancias menos complicadas, pero que hay que pasar sí o sí. Estiman que en 2016 Brochero podría ser canonizado. Si esto se da, podría coincidir con la presunta visita del papa Francisco a la Argentina.
En enero pasado, el obispo de Cruz del Eje se reunió con los integrantes de la Pontificia Congregación para las Causas de los Santos, en Roma, para presentar los avances de la causa. Después se encontró con Francisco quien le expresó su “vivo deseo” de una pronta canonización de Brochero.
Pero para llegar a esta instancia hubo que recorrer un camino. En julio de 2014, en San Juan se conformó el Tribunal Eclesiástico para analizar el presunto milagro de la nena que se recuperó luego de estar al borde de la muerte. El pedido formal de la conformación del Tribunal llegó al Arzobispado de la mano de quienes llevaban la postulación de la causa de Brochero luego de haber cumplido con los tres estados previos a lo que se considera espíritu de santidad: fue siervo de Dios, venerable, es beato, y el papa Benedicto XVI validó su primer milagro. En el proceso de canonización, la última etapa para convertirse en santo requiere la aprobación de un segundo milagro, que es lo que acaba de confirmarse. Luego de la conformación del Tribunal llegó la etapa de citar a los testigos del milagro, como la familia, médicos y enfermeras. Recopilaron los estudios médicos y luego enviaron todo el material al Vaticano. Allí, una comisión volvió a analizar el caso y estudió las pruebas. Posteriormente se pasó a la Junta Médica, que fue la que ayer se expidió.
La clave de todo el proceso son las pruebas médicas. Todo tiene que estar bien fundamentado. La Iglesia considera milagro a una sanación que no tiene una explicación científica, de ahí la importancia de las pruebas, porque son las que permiten verificar ese salto que no se puede explicar. Si bien se dijo que esto podía tardar dos años, el Vaticano se expidió rápidamente.
El milagro atribuido al Cura Brochero que lo convirtió en beato es la increíble recuperación de Nicolás Flores (13), luego de un accidente automovilístico en el que sufrió gravísimas lesiones en su cabeza y que lo tuvieron al borde de la muerte, con tres paros cardiorrespiratorios. El accidente se produjo en el año 2000 y el papá de Nicolás le pidió a Brochero por su recuperación, algo que se dio rápidamente.
