Desde que piso San Juan, el sacerdote Antonio Inocencio Garbini comenzó a planificar las obras que tiempo después pudo concretar con esfuerzo. Es que 3 años después de su arribo a la provincia impulsó la construcción del edificio en donde hoy funciona el Colegio Don Bosco y el del colegio María Auxiliadora. Exalumnos y amigos ofrecerán un homenaje mañana a las 20.
Garbini llegó a la provincia en 1933, tres años después de que se fundara el Colegio Don Bosco que en un principio funcionó en un edificio en Desamparados. Pero el sacerdote observó que el colegio no tenía muchos alumnos y propuso cambiar de domicilio para volver más accesible la llegada de los chicos. Así fue que en unos meses después de su llegada concretó, con la ayuda de toda la comunidad salesiana, la construcción del nuevo edificio con una ubicación mucho más céntrica.
Años más tarde, esta institución tomó tanta fuerza que se volvió en una de las más buscadas. Pero muchos no podían hacerlo ya que era una escuela religiosa sólo para varones. Por esto es que Garbini impulsó la construcción de un colegio religioso exclusivo para mujeres y así poder captar a las jóvenes sanjuaninas. Ese proyecto se hizo realidad en 1962 y desde ese momento hasta el 2012 formó distintas promociones sólo de mujeres. Además, Garbini fue quién inauguró la capilla de María Auxiliadora y la del Perpetuo Sufragio. Ambas comparten el mismo terreno con el colegio Don Bosco.
Con todo su trabajo se volvió un personaje importante en la sociedad sanjuanina, tan así fue que políticos importantes de alcance nacional reservaban una cita con el cura Garbini en cada visita que realizaban a San Juan. Así fue que se reunió con, en ese momento, candidato a presidente, Arturo Frondizi. Es que el sacerdote fue un activista político que buscó siempre establecer la libertad de religión en el país ya que él tenía la convicción de que la fe era una herramienta potenciadora para las sociedades como la argentina. Por todo esto, la figura de este hombre, todavía está presente en las aulas de ambos colegios.
Por esta obra y también por su trato humano y condescendiente, es que mañana un grupo de exalumnos y amigos del Garbini le harán un sencillo homenaje recordando su vida y obra a 50 cincuenta años de su fallecimiento. Según contó Eduardo Graffigna, luego de la misa de las 20, colocarán una placa recordatoria del homenaje en el mismo sitio en donde hoy descansan sus restos y que está ubicado en la misma capilla María Auxiliadora del colegio Don Bosco. Estará presente toda la comunidad.
