En el ámbito médico todavía existe cierta reticencia ante la ortorexia, por lo cual todavía no fue considerada una enfermedad. Para muchos especialistas, se trata de una manifestación de obsesión compulsiva que puede llegar a confundirse con un desorden alimenticio, como la anorexia o la bulimia. Angela Guarda, directora del programa de desórdenes alimenticios del hospital Johns Hopkins dijo: "Veinte años atrás, la mayoría de los pacientes con anorexia eran vegetarianos. Hoy, sólo comen comida orgánica o dicen que son intolerantes a la lactosa o al gluten cuando sus exámenes reflejan lo contrario. Esconden en estas cosas sus miedos a comer alimentos calóricos’. Así y todo, la comunidad mundial de los especialistas de nutrición reconocen un incremento abrupto de pacientes cuya alimentación exclusiva es la orgánica. Bratman, en tanto, apela a la conciencia colectiva: "Hay que saber encontrar el equilibrio. Es bueno mantenerse con la alimentación sana, pero no hay que convertirlo en un mandamiento. Todo exceso en la alimentación es dañino’.
Quienes sufren ortorexia son personas que están "más preocupadas por la calidad de los alimentos que por el placer de comer’. Por ello, dedican gran parte de su tiempo (3 o más horas al día) a organizar la dieta y la planifican con mucha antelación, se desplazan grandes distancias para conseguir alimentos.
