En el hecho político más importante de su viaje a Nueva York, la presidenta Cristina Fernández asumió ayer la Presidencia del G-77 más China insistiendo con su reclamo para "reformular" los organismo internaciones, luchar contra el terrorismo y reconocer al Estado de Palestina. Además, Cristina instruyó a su delegación en las Naciones Unidas a trabajar en consenso "con todos" incluido Irán y empezar a contactarse con los países que además conforman el Grupo de los 20.
En su último día en la Gran Manzana, la presidenta habló del G-77 como el grupo de países que "representa la mayor porción de PBI mundial, la mayor desindad demográfica, de territorio y de consumidores" y resalto que "sin embargo, en los sistemas de decisión multilaterales nuestros países no tienen una representación acorde en la adopción de decisiones".
En este sentido, Fernández aseguró que la meta de la presidencia argentina en el G-77 el año que viene será ampliar la presencia y la influencia de los miembros del grupo en las instituciones multilaterales, que a su juicio reflejan realidades pasadas.
"El nuevo escenario internacional coloca a los países del G-77 más China en la disyuntiva de articular en forma inteligente una modificación básica de los organismos internacionales ante el nuevo escenario internacional", dijo la mandataria al asumir la titularidad de este grupo de países en desarrollo.
Agregó que es necesario tener "percepción del poder" que tiene el grupo, para utilizar "políticas y herramientas" que permitan incidir en un cambio de escenario mundial.
"El sistema de decisiones sigue con fotografía vieja. Creo que es necesario que esta nueva fotografía del mundo tenga su correlato en la modificación del sistema participación, decisión y representación de organismos como el G-77. Esta sería la verdadera forma del multilateralismo", dijo la jefa de Estado argentina.
Recordó que "la razón de ser de Naciones Unidas" fue "buscar un equilibrio en el mundo tras la segunda guerra mundial" para "lograr un mundo más seguro", y asumió que "este escenario ha desaparecido" y "los que ayer eran enemigos irreconciliables hoy son aliados".
"Nuevos escenarios, nuevos actores y nuevos peligros obligan hoy a reformular el Consejo de Seguridad. Siempre pedimos las reformas luego que ocurren las catástrofes, como tras la última crisis financiera con el FMI. No esperemos que ocurra una catástrofe a nivel mundial para reformar el Consejo de Seguridad", dijo.
Explicó que "hoy la seguridad y la paz internacional dependen de otros factores" y que "quienes tienen sillón permanente en el Consejo de Seguridad, con poder de veto, han provocado escenarios bélicos" y afirmó que "no escapa a nadie que una de las cuestiones nodales de construcción de la seguridad y la paz mundial es abordar con serenidad y seriedad la cuestión de Medio Oriente".
En este contexto, reafirmó la necesidad de que se construya un Estado palestino para lograr la distensión "en zonas claves de conflictividad en el mundo" y "no seguir dando coartadas al terrorismo internacional".
