Apenas el árbitro Gustavo Fabián pitó el final, todos los jugadores de Unión corrieron a festejar. No estaban logrando un campeonato pero sabían que habían ganado el partido que había que ganar. Por eso los abrazos, por eso las lágrimas de la mayoría. Sin jugar bien, Unión había ganado y lo hizo sobre el final. Con sufrimiento. Así lo resaltó después Lisandro Sacripanti. El rosarino, con un poco más de tranquilidad, expresó sus sensaciones: “Conseguimos un triunfo enorme. Sabíamos que iba a ser un partido durísimo, ganamos un partido muy importante pero desde ya hay que ponerse a pensar en el próximo partido. De ahora en más todas son finales”, manifestó el delantero.
Consultado sobre donde estuvo la clave para ganar un encuentro que se dio por demás trabado, Sacripanti manifestó: “Mantuvimos la calma cuando no la pasábamos bien. Entiendo a la gente que quiere ganar todos los partidos por goleada por eso fue importante que nunca nos desesperamos. Ahora hay que disfrutar este momento”, señaló.
