La evolución de las pequeñas y medianas empresas, como motor del desarrollo económico, dan ejemplos de superación hasta alcanzar niveles de desarrollo y liderazgos mundiales, más en áreas de la ciencia y la técnica. La Argentina también se encuentra en el plano internacional con innovaciones que la posicionan con el crecimiento de una pyme productora de ‘thimerosal”, un conservante que se aplica en todas las vacunas, tanto humanas como de animales.

Se trata de una firma marplatense con 25 años de trayectoria que ha sido elegida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su plan de inmunización que será implementado en África y Asia. A este proyecto se sumó la fundación creada por el magnate de la informática Bill Gates, atraída por la proyección del trabajo sanitario y en apoyo a la planta de incipientes de Gihón Laboratorios, calificada por la OMS como una de las mejores del mundo.

Las auditorías constantes sobre la tarea de lo que fue una pynme de la familia Chevalier, certifican la calidad gracias los parámetros alcanzados por la innovación, el desarrollo y el diseño de los productos de exportación. La empresa también desarrolló aceites encapsulados a partir de los desechos de la industria pesquera. Los ácidos grasos contenidos por el aceite de pescado son cardioprotectores, sirven además para prevenir problemas cardiovasculares y favorecen a las articulaciones y al sistema cognitivo neuronal, así como también retardan problemas degenerativos como el Alzheimer. Y ahora, con el aporte del creador del imperio informático, instalarán la primera planta en América del Sur de concentrados moleculares de ácidos grasos polisaturados, es decir los demandados Omega 3 para la industria farmacéutica.

Es un ejemplo de crecimiento productivo de primer nivel mundial y también aleccionador en cuanto a la pasión por llevar a la Argentina a desatacarse en investigación y desarrollo hasta despertar el interés de la OMS y la ONG de Gates. Esta firma criolla fue tentada para trasladarse al exterior, pero sus creadores prefirieron quedarse en el país no obstante los serios tropiezos que debieron sortear en la década pasada. A pesar de ser fuertes exportadores, tuvieron problemas para importar insumos por el cepo del dólar y otras restricciones, felizmente superadas.

El avance de la empresa fue lento, pero constante. Este año realiza una fuerte inversión para cumplir con el pedido de la OMS mientras la mayoría de los argentinos desconoce que nada menos que Bill Gates invierte en una pyme marplatense.