El miércoles 26 de julio de 1995, San Juan estalló como nunca volvió a hacerlo hasta ahora, y se convirtió en noticia nacional. Fue después de un cóctel de recortes salariales y de medidas que redujeron los derechos laborales de los trabajadores estatales durante la gestión de Jorge Escobar, que motivó la manifestación de empleados públicos más violenta en la historia local.
A las 10 de aquel miércoles una columna de municipales comenzó una caminata de protesta rumbo a la plaza 25 de Mayo, en reclamo por la falta de pago de sus salarios y el recorte que había anunciado el Gobierno.
A medida que los municipales avanzaron hacia la plaza, otra gente se fue sumando. A su paso, basura desparramada y columnas de humo espeso y negro empezaron a marcar la ciudad.
A las 11, los municipales ya habían llegado a la vereda del Ministerio de Desarrollo Humano, en calle Rivadavia, donde también funcionaban algunas dependencias de la Secretaría de Salud Pública. Entonces todo se salió de control.
Un grupo de manifestantes rompió los vidrios del edificio a pedradas e incendió la planta baja. Algunas personas quedaron atrapadas en los pisos superiores, transitoriamente, mientras se consumía una fotocopiadora entre las llamas y una pila de expedientes.
Los primeros agentes policiales entraron en escena con disparos de alerta, que desencadenaron lo peor. Los manifestantes, desde la plaza, contraatacaron con piedras hacia la vereda de Desarrollo Humano.
Llegaron más policías, ya protegidos con cascos, chalecos antibalas y escudos, armados con balas de goma y gases lacrimógenos. Pararon el vehículo frente a la plaza 25 de Mayo. Y caminaron en columna hacia el Ministerio de Desarrollo Humano, para frenar los desmanes. Hubo disparos ininterrumpidos. Pero se agotaron las municiones.
Entonces llegó el turno de los manifestantes: avanzaron hacia "la chancha", como se conocía al vehículo policial, lo tumbaron y lo incendiaron. Dos carros de Bomberos intentaron acercarse para apagar el fuego, pero no pudieron detenerse por la lluvia de piedras.
La bronca de los manifestantes también se manifestó camino al Edificio 9 de Julio, reventando los vidrios de algunos locales comerciales y produciendo saqueos.
La génesis del sanjuaninazo se remonta al 4 de enero de 1995, cuando el gobernador Escobar, recién restituido, anunció la disminución de los sueldos estatales, lo que generó el enojo de los gremios de los empleados públicos.
