José Carlos Guridi, más conocido como Yayo, hombre de Villa María (Córdoba), licenciado en Economía, es una de las tantas caras que hacen reír todos los domingos al mediodía en Peligro Sin Codificar. Con varias facetas como actor, cantante y humorista, presentará su espectáculo "Yayo y qué?", premiado como el mejor unipersonal del 2012 de Carlos Paz, por primera vez en San Juan. El creador del "Cuarteto Obrero" repartirá monólogos, chistes y canciones, junto a varias remembranzas de sus personajes de la tele.

– ¿Tu obra al igual que tu estilo cómico fue cuestionado al principio?

– La verdad no sé. No le doy bola a la crítica. No tengo ese avión en el radar. Que la gente diga lo que quiera decir. Lo sigo haciendo porque la gente me pide. Esto no es un capricho mío, no siento una necesidad de estar en las tablas. El día que no quieran verme más, vuelvo a mi casa y me como un asado con mis amigos.

– ¿Cuándo dejaste la economía para abrazar el humor? ¿Te cambió la vida?

– Fue un cambio paulatino, nada abrupto. Fueron dos aspectos de mi vida que los llevé paralelamente. El problema fue cuando entré a Videomatch. La dedicación pasó a ser full time y tuve que dejar la carrera.

– ¿Cómo te formaste en la actuación?

– A los cachetazos, así era Videomatch. Cien tipos laburando y de golpe había que armar mi nota, guionarla y editarla. Fue un trabajo muy intenso y exigente. Muy lindo, pero el quilombo diario no te dejaba disfrutarlo. Era como jugar en la primera de Boca o en la de River. Estabas obligado a ganar todas las semanas. Y si no funcionabas, había cuatro o cinco que esperaban ocupar tu puesto. Pero llegó un momento donde debía elegir. O dedicar mi vida a la histeria de la televisión o tener un medio para vivir. Aprendí a separar, porque pensé en mi familia, mis amigos y mis seres queridos.

– ¿Después de Videomatch, pensaste que no habría más chance para vos en la tele?

– Ese era el gran mito de Videomatch, el que se iba tendría vida corta. Pero la verdad pasó que hace 20 años que vivo en Buenos Aires y nunca me faltó laburo y jamás tuve miedo en que me faltara.

– Y con el mismo equipo, Sin Codificar fue un boom…

– Fijate vos cómo es la cosa. Peligro Sin Codificar es el anhelo de nosotros. Producir nuestro propio programa. Hacer lo que uno quiere y la verdad que muy pocas personas pueden darse ese lujo. Más aún como está la tele hoy en día. Si te va mal por tres meses, no te banca nadie.

– ¿Cuál fue la clave de este éxito?

– No se sabe. Muchas veces reniego cuando dicen que es un programa de culto. Me molesta ese mote, porque significa que laburamos con un presupuesto de 2 mangos, nos cagamos de hambre y no nos ve nadie. Indudablemente algo hicimos bien, porque Telefe nos puso el ojo y del culto pasamos a ser masivos haciendo lo mismo.

– ¿Gracias a Tinelli, se gestó una nueva camada de humoristas?

– Indudablemente que sí, somos eternos agradecidos del cabezón. Nos bancó durante mucho tiempo. Él fue el gran gestor de todo esto.

– ¿Ahora la pelea por rating les empieza a presionar?

– Nos agarró muy de golpe sin estar preparados. Tuvimos un cambio repentino sin los pilares suficientes para soportar semejante expansión. Al canal le sirve igual. Pero a fin de año, te das cuenta que el programa sufrió un desgaste. Si el canal te quiere en horario central, ¿qué le vamos a decir? ¿No estamos preparados? Hay que responder sí y después vemos si nos da el cuero o no.

– ¿Como hacen para aguantarse tantas horas juntos?

– El secreto de esto es mantener la buena onda entre nosotros y saber que si uno se siente cansado, apoyarse en los compañeros que están en su mejor momento. Y viceversa. Ninguno tiene aire de divo, ni de estar en la pantalla para mostrar la cara. Antes cometimos muchos errores. Algunos se la creyeron en su momento y luego volvieron con la cabecita entre las patas. A esta altura estamos más cancheros y experimentados.

– ¿Los economistas que abundan en la tele discutiendo de los fondos buitres? ¿Te hacen reír?

– Es una parodia de Hablemos sin saber. Lo que hay en la tele, el 70% es todo sanata, del tema que vos elijas. Salud, política seguridad, economía, todo es verso. ¿Cuál es la presión que tienen los productores? Tienen que llenar espacio como sea y con lo que sea. Es una necesidad diaria repentina. No tenés tiempo para pensar a quién traes o qué presentar. Total se mete a cualquiera que hable y que sea lo que Dios quiera. Mucho más en un tema como los buitres donde hay mucha letra chica que deben ser 2 mil hojas y no sé quién se la leyó completamente. Pero hay que opinar lo mismo como venga. La realidad supera a la ficción. Veo y escucho a cada tipo decir cada bola y pienso cómo no se me ocurrió usarlo para el programa.

– ¿Tuviste algún llamado de la Iglesia por sacar la Cumbia Papal?

– No, pero tuvimos un rebote extraoficial. Existe una empresa de seguridad que trabaja con la hermana de Francisco y los guardias le contaron sobre la canción, ella lo vio y se lo hizo saber a Francisco. Vio el video y contó que le dio mucha risa. Después nos enteramos cuando fuimos a un boliche donde los mismos guardias nos pasaron el dato. Hacemos las cosas con buena onda, fijate desde que estamos al aire, no tuvimos problemas con nadie, mirá que hacemos sátiras, gastamos a tanta gente y lo hacemos con respeto. Esa cuota era lo que le faltaba a la tele, creo que lo sabemos manejar bien.