En las tres últimas temporadas, el dique de Ullum vivió episodios de sequías extremas, al punto que a mediados del 2009 apareció una vieja bodega que yacía en el fondo del lago. Se trataba de bodega Las Lomas, propiedad de los Graffigna, que había estado 27 años bajo las aguas. Ese fue el aspecto ‘pintoresco‘, que distó mucho de las múltiples quejas que partieron de los propietarios de los complejos que se ubican en el perilago, que perdieron mucho dinero y debieron recurrir a colocación de piletas para ‘salvar‘ los veranos.