Los padres miraban el cuerpito fijamente mientras sus familiares los contenían para ayudarles a sobreponerse del dolor inmenso por perder a su hija. El hermanito, apostado en un rincón de la sala, lloraba la muerte de su compinche. Mientras tanto, los tíos, abuelos, primos, amigos y compañeros de la nena de 11 años cerraban el círculo de la congoja que se sentía en la sala donde ayer velaron a Milagros Albeiro, la única nena del país, que padecía de una rara enfermedad llamada progeria, o popularmente llamada vejez prematura. Así fue su último adiós.
Milagros fue internada el lunes pasado con un cuadro de neumonía. Según contaron los familiares, el cuadro con el que ingresó se complicó al límite de que tuvieron que trasladarla a Terapia Intensiva a las pocas horas.
El avance de la infección fue tan rápido que produjo la muerte de la chica que el martes próximo iba a cumplir 12 años. Ayer los papás prefirieron mantener el silencio.
Milagros falleció entre las 20.30 y las 21 del martes y ayer se llevó a cabo el sepelio en el que participaron hasta sus compañeros de escuela. Pero se trató de una ceremonia íntima.
LA ENFERMEDAD DE MILI
La hija más grande de José y Andrea Albeiro sufría de progeria. Esta es una enfermedad que padece 1 de cada 10 millones de personas en el mundo y es la única nena en el país que tuvo esta patología crónica. Sus papás hicieron todo lo posible para evitar el avance de la enfermedad y para eso viajaron a California, Estados Unidos. Allí le colocaron una vacuna experimental con la que confiaban detener el proceso de envejecimiento en Mili. Para poder hacer este viaje, la familia recibió mucha ayuda de la comunidad sanjuanina que se sumó a distintos eventos artísticos que buscaban recaudar dinero para costear los gastos del viaje de Milagros y sus papás.
La expectativa de vida de las personas con vejez prematura es de 7 a 10 años y se debe a que su organismo mata a las células de su cuerpo y luego no produce lo necesario para que se regeneren como ocurre habitualmente.
