�Victor Guzzo contó que además de algunas fotografías, el sable que le entregaron a su hermano cuando se graduó fue uno de los recuerdos que aún siguen vivos en la familia. Y dijo que a pesar de que el tiempo pasó el dolor nunca se fue. ‘Es algo muy doloroso no tener un lugar donde llevar flores o ir a llorar’, dijo Victor y contó que su mamá fue la que más sufrió eso. Cada cumpleaños de Roque o el 3 de noviembre eran fechas en las que la incertidumbre y el dolor los invadía, dijo. Además contó que hasta el día de su muerte, sus padres tenían la esperanza de que Roque estuviera vivo. ‘En chiste mi papá decía que a lo mejor tenía nietos en Costa Rica’, dijo Victor y contó que su familia sufrió mucho tras la desaparición. ‘Nunca nos imaginamos que podíamos pasar por algo así. Parecía imposible’, dijo
