La muerte de Evangelina Brizuela, la monitor urbano que fue atropellada en el cruce de Catamarca y Libertador el miércoles pasado, se produjo justo cuando recordaban el fallecimiento de un hermano, a 3 meses de que lo asesinaran en un asalto.
Evangelina tenía 46 años, hacía 10 meses que era monitor urbano, era madre soltera y minutos antes de que la mataran, había saludado a su hija, a metros de esa esquina trágica. Personal de Monitores, de hecho, tuvo que contener a la menor. La familia ayer no encontraba consuelo ante tanto dolor, en el velatorio. A su vez, la Municipalidad de la Capital decretó duelo y aunque la actividad fue normal, las banderas permanecieron a media asta y seguirán así hasta mañana.
