Los jugadores de Colón y Unión protagonizaron una gresca al finalizar ayer el clásico santafesino. Los incidentes se iniciaron en el campo de juego, mientras los futbolistas de Unión festejaban la victoria. En ese momento un grupo de jugadores de Colón, encabezado por Diego Pozo, encaró a los rivales, registrándose empujones e insultos. Cuando todo se calmó, los jugadores Sabaleros se retiraron del campo de juego, pero lejos de irse a los vestuarios esperaron a los jugadores de Unión, quienes descubrieron que la manga que los protege había sido desinflada. Allí volvieron a producirse encontronazos y volvió a destacarse Diego Pozo, quien encaró a varios futbolistas de Unión y le pegó una trompada a uno de ellos. La intervención de la Policía y auxiliares de ambos equipos ayudó a calmar los ánimos y, tras esperar unos minutos en el campo para que volvieran a inflar la manga, los jugadores albirrojos ingresaron a los vestuarios. Un par de hinchas locales arrojaron objetos contra los futbolistas de Unión.
