La producción industrial creció en Chile un 6,9 por ciento interanual en agosto, empujada por un alza de la demanda interna, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Un instituto bien serio, que opera en un rubro vital para un país, con números reales (dejemos de lado toda comparación con el INDEC argentino en el que no se cree ningún parámetro desde hace varios años ya). El crecimiento chileno, que revirtió la baja generada en 2010 por el nefasto terremoto del 27 de Febrero, vino acompañado por un mayor dinamismo en el consumo, agregó el INE.

Por ejemplo, las ventas de automóviles nuevos subieron un 61,0 por ciento interanual y la importación de bienes de consumo aumentó un 71,2 por ciento en el mismo lapso, recordó el organismo, según un despacho de la agencia DPA. Las cifras, que estuvieron notablemente por encima de las expectativas del mercado, ratifican los estímulos a la producción y consecuentemente la generación de empleo. La desocupación, que llegó a niveles superiores al 10 % en la crisis económica, cayó sucesivamente desde abril y el gobierno de Sebastián Piñera prevé generar una cifra récord de empleos en 2010. Esto considerando que el sector salmonero chileno registrará en el 2101 una contracción del 40% interanual en sus exportaciones, llegando a US$1.300 millones, según César Barros, presidente de la asociación del sector SalmonChile. El país trasandino es el segundo mayor exportador mundial de salmón y trucha, anotó un récord en sus exportaciones de salmón en 2008 de US$2.390 millones. Asimismo, otro sector de relevancia, como son las exportaciones forestales de Chile, para 2010 cayó un 15% debido al daño que sufrieron varias plantas de celulosa a raíz del terremoto. Si sumamos frutas y verduras que exportan, más semillas, etc… vemos con sismo incluido su empuje es elogiable.