En Jáchal también proponen otro sitio de belleza inigualable, tanto para hacer senderismo como para llegar en auto y disfrutar de una mañana o tarde sólo admirando un paisaje. Se trata del Valle Encantado, que es todo lo contrario a la vegetación de La Ciénaga. Es que allí hay aridez extrema, dunas e increíbles formaciones rocosas erosionadas por el viento y el agua.
El Valle Encantado está en la ruta que va a Mogna. Se trata del Camino de la Fe, inaugurado en 2012, y que permite ingresar por Ruta 40 a la altura de Tucunuco. En la parte más elevada del recorrido, a 20 km de la ruta y a 12 km de Mogna, aparecen los miradores. Son dos estructuras de madera que permiten tener dos panorámicas diferentes del valle. Las geoformas son increíbles, con una similitud por ejemplo a las que existen en Ischigualasto. Los miradores son una tentación a sentarse y perderse en el misticismo que generan las formaciones, sin que importen el paso de las horas.
