El personaje de Donald apareció en numerosas películas como protagonista, tuvo sus apariciones estelares en castellano en revistas de la editorial mexicana SEA y popularizó el fatídico 313 como matrícula de su automóvil. Su creador, Walt Disney había sido siempre un empresario cruel con sus propios colaboradores, anticomunista visceral y paranoico famoso, pero para los niños era el inocente Tío Walt con bigotes muy años 50.
