Fue en diciembre de 1969 -hace 40 años- cuando apareció el primer disco de Luis Alberto Spinetta. Era Almendra, presentación oficial del grupo homónimo que fundó junto a Rodolfo García, Emilio del Guercio y Edelmiro Molinari; y que en sólo dos años de vida (sin contar el breve retorno en los ’80), en plena dictadura y auge de la música beat, parió temas de una lírica memorable, como Muchacha ojos de papel (ver aparte). Después de esa experiencia vinieron otras, muchas, eclécticas, influyentes, innovadoras, en conjunto y en solitario, que fueron elevando y proyectando al Flaco hasta el 2009. Un año que cerrará el próximo viernes en el porteño estadio de Vélez, con un recital retrospectivo que se perfila apoteótico. Allí, Spinetta enhebrará canciones y recuerdos junto a ex compañeros con quienes compartió la poética Almendra, el espíritu heavy de Pescado Ravioso (1972), el rock progre de Invisible (mediados de los ’70), la impronta jazzera de Spinetta Jade (’80) y el power de Los socios del desierto (’90). "Las bandas eternas" -como se llama el show- que integró a lo largo de su vida y que no habían vuelto a reunirse.

Si para muestra basta un botón, para imaginar lo que será este Vélez basta recordar el showcase con el que lo presentó, el 12 de noviembre pasado, en un bar de San Telmo. En una acotada degustación, Spinetta interpretó Amor de primavera junto a Pomo Lorenzo y Machi Rufino, ex Invisible; resucitó a Pescado cuando con Carlos Cutaia, David Lebón, Oscar Frascino y Black Amaya puso a rodar Mañana o pasado y Me gusta ese tajo; entonó Retoño con su banda actual; y ni hablar cuando, a modo de bonus, junto a Charly -con quien nunca pudo concretar un álbum juntos- hizo Rezo por vos. "Esto fue todo. Más el 4 de diciembre", cerró dejando con ganas de más. "Esto lo hacemos para mostrar que la nuestra no es una idea en el aire sino que se trata de nuestra música (…) El material que se seleccionó es ideal", aclaró el compositor casi surrealista.

Si bien no quizo difundir el setlist ni tampoco los detalles -guardados bajo siete llaves-, trascendió que en honor al onomástico, serán unas 40 canciones que sonarán a lo largo de tres horas esa noche, en la que también estarán presentes Marcelo Torres, Javier Malosetti, Mono Fontana, Leo Sujatovich y Juan Del Barrio, entre otros; además de invitados como Charly, su hermano Gustavo Spinetta, Fito Páez (con quien grabó el disco Lalala y ahora hará Todos estos años de gente, Hay otra canción y Las cosas tienen movimiento) y Gustavo Cerati (que tuvo buenas versiones de Bajan, que repetirá ahora, y de Los libros de la buena memoria).

"La idea surgió a principios de este año. No estaba seguro, titubeaba… Pero cuando me di cuenta del amor que nos guiaba reaccioné y decidí hacerlo", contó el Flaco, que no tuvo que esforzarse demasiado para contagiar con su "locura" a sus ex, con quienes volvió a emocionarse y a disfrutar de la belleza de aquellas canciones que marcaron a varias generaciones.

"La entrega es total y unánime de parte de todos (…) Realmente esperaba eso, no me defraudaron y es un gesto de amor total de parte de todos los músicos", expresó el cantautor, que al borde de los 60 años -que cumplirá el 23 de enero- se reconoce en un muy buen momento para encarar esta cruzada que ya lo conmueve. Y eso que todavía no alcanza el climax.

Para los que estén abajo del escenario, el recital tendrá insoslayables visos nostálgicos. Pero al mismo tiempo será un delicioso capítulo, incluso instructivo, de la historia viva del rock nacional.