Los restos del beato Ceferino Namuncurá, que descansaban desde hace 85 años en Fortín Mercedes, serán llevados a una comunidad mapuche de Neuquén y los vecinos de Pedro Luro, en Villarino, Bahía Blanca, donde estuvieron más de ocho décadas, intentarán impedirlo.

La comunidad mapuche Namuncurá afincada en el pueblo de San Ignacio, a 60 kilómetros de la localidad neuquina de Junín de los Andes, pidió a la Iglesia que las cenizas del beato, nacido en 1886 en Chimpay, Río Negro (donde fue beatificado en noviembre de 2007) sean depositadas en La Ruca (casa capilla, en su idioma). En contraste los vecinos de Pedro Luro marcharán el miércoles para impedir el traslado, ya que consideran que no fueron avisados a tiempo de la decisión de la Iglesia sobre los restos de Ceferino, que en 1905 murió de tuberculosis en Roma, a donde fue en busca de cura. También argumentan que el beato descansa desde hace 85 años en la casa de los sacerdotes salesianos -comunidad a la que aspiraba pertenecer Ceferino-, lugar que ahora es patrimonio histórico y cultural de la provincia de Buenos Aires.

El intendente de Villarino, Raúl Mujica, pidió una entrevista con el gobernador Daniel Scioli para manifestarle "la preocupación de los habitantes ante la decisión del traslado de los restos de Ceferino Namuncurá". Dijo que la urna está en Fortín Mercedes porque Ceferino fue "un ejemplo de vida entre la comunidad cristiana" y pidió la intervención de las autoridades "para no perder parte del patrimonio histórico, cultural y religioso" bonaerense. Allí, a 130 kilómetros de Bahía Blanca, se erigía la antigua frontera con el territorio indio y desde 1923 descansa la urna con las cenizas, repatriadas de Italia. Se construyó una iglesia y un mausoleo con los objetos que pertenecieron al "santito indio", que por su interés se convirtieron en un complejo turístico religioso y cultural.

El Servicio Inspectorial de Comunicación Social Salesiana informó que el traslado se concretará "en el marco de las relaciones afectuosas y de fe que nos unen con la familia Namuncurá".

Las gestiones para llevar la urna con las cenizas del beato "fueron iniciadas en el 2001 cuando la familia de Ceferino solicitó a la congregación salesiana la posibilidad de repatriar los restos" desde Italia. Al respecto, el inspector salesiano y delegado del Arzobispo de Bahía Blanca, padre Vicente Tirabasso señaló que "el pedido se fue dilatando en el tiempo porque en ese momento desde la Iglesia se les planteó que estaba el proceso de beatificación de Ceferino en marcha por lo que su familia accedió y de común acuerdo el plazo se extendió por tres años".

Las cenizas de Ceferino serán trasladadas por miembros de la familia Namuncurá junto a un delegado de la Iglesia, mientras que en Fortín Mercedes quedará una réplica insigne en un nuevo altar, junto con la urna de madera que recubría a la original. "Sabemos que para muchos devotos de la zona este traslado sabe a pérdida, pero también creemos que estamos respetando un derecho familiar y promoviendo lazos más estrechos del encuentro con el pueblo mapuche que vive nuestra fe", afirmó el inspector salesiano Vicente Tirabasso, delegado del arzobispado en Bahía Blanca. Asimismo dijo que "la verdadera y más profunda devoción pasa fundamentalmente por imitar a Ceferino en su deseo de ser útil a su pueblo y no tanto por la mayor o menor cercanía con sus restos".