Sufrió, pero ganó. No jugó bien pero ayer sólo importaba el triunfo para volver a vivir, para de una vez por todas acomodarse en el torneo y olvidar la situación económica, que parece solucionarse. El Galgo Jorge Steiner fue el héroe y la figura de la noche, marcó los dos goles con que Unión venció a 9 de Julio de Morteros 2-1, que estuvo cerca del empate, luego del corte de luz que hubo sobre el final por 25 minutos. Pero el coraje y el corazón del Azul resistieron para retener tres puntos de oro para comenzar a despegar.
A Unión le costó meterse de lleno en el partido, le costó jugar, se sintió la ausencia de Guerra y Laciar. La velocidad de Brombale invitó a soñar, el Wily tuvo una clara entrando al área, cuando el arquero lo derribó, pero el árbitro no cobró nada. Y ahí se lesionó quien pintaba para figura. Ahí nomás Ceballos entró solo al área, pero en el momento más importante le pifió al balón.
El Nueve no pasó desapercibido porque manejó la pelota y en los pies de Walter Wasinger tuvo el empate, pero su tiro salió desviado. El Azul, sin muchas ideas pero con actitud, fue para adelante y fue cuando Jorge Steiner trastabillando le pegó cruzado y abrió la noche en Rawson, 1-0. Así, Unión se fue al descanso jugando regular y en ventaja.
Al inicio del segundo tiempo Unión pareció dar el golpe de gracia. Una vez más apareció el Galgo Steiner, que luego de un remate en el travesaño de Daniel Gómez, capturó el rebote y a puro corazón hizo estallar a toda la gente Azul, 2-0. Después el Santi Ceballos se comió el gol que hubiese terminado el partido.
Todo parecía resuelto, porque 9 de Julio había sentido el golpe. Pero el equipo de Cabello se quedó, se fue quedando sin físico y el Nueve comenzó a crecer con el ingreso de Benzi. La desesperación por retener los tres puntos y los nervios de no encontrar la pelota fue jugandole en contra a Unión, que se refugió demasiado. Así fue que Maxi Herrera quiso salir jugando, perdió la pelota con Walter Wasinger que habilitó a Sánchez, que descontó y le dio emoción al partido.
Con el reloj como enemigo comenzó el sufrimiento, porque el Nueve se comenzó a venir una y otra vez Biasotti, como siempre, salvó al Azul.
Unión sufría y, cuando nadie lo esperaba, en tiempo cumplido se cortó la luz. Situación que enfrió el partido. Después de 25 minutos que estuvo parado, regresó la luz artificial y continuó el juego, pero Unión supo defenderse y mantener la victoria que abre el camino para salir adelante.
