El 16 de octubre será la ceremonia de canonización del Cura Brochero, en el Vaticano y en una misa encabezada por el papa Francisco. La milagrada es Camila Brusotti, la niña que logró sobrevivir de unas lesiones que la dejaron al borde de la muerte. Y para que pueda estar presente en ese acto religioso que concentrará la atención de toda la Iglesia Católica argentina, el Gobierno provincial le ofreció a ella y a su papá Javier Brusotti viajar con todos los gastos pagos, debido a que la familia no tiene los recursos para hacerlo.

Si bien Brusotti mostró ciertas reservas, ya dio algunos pasos claves para viajar. Es que el papá de Camila, quien anunció que ya no quiere seguir dando notas periodísticas como medida para resguardar la intimidad familiar, le indicó a DIARIO DE CUYO que debe resolver algunas cuestiones con las autoridades de Gobierno antes de aceptar el ofrecimiento. Sin embargo, en las últimas horas avanzó con un formalismo burocrático, pues le informaron cómo hacer un pedido por escrito para poder generar el expediente del subsidio, indicaron fuentes calificadas del Ministerio de Desarrollo Humano. De acuerdo a la información, se trata sólo de un trámite administrativo pues ya está listo para salir, debido al poco tiempo que queda.

El ofrecimiento del viaje lo hizo el gobernador Sergio Uñac, con quien Brusotti estuvo reunido hace unos días. Según trascendió, Uñac se puso a disposición de la familia e indicó que, a sabiendas de que los Brusotti no están en condiciones económicas de afrontar un viaje de este tipo, entendía que podían ayudar con los pasajes y estadía.

Hace unos meses, cuando se conoció que Brochero se iba a convertir en santo debido al milagro que obró sobre Camila, la niña le dijo a este diario que su sueño era poder conocer al Papa. Y que si lo veía le iba a pedir que rezara por ella para recuperarse de las secuelas que quedaron. Este deseo de Camila también pesa en la decisión de su papá, quien entre los problemas económicos, personales e incluso la recuperación de su hija siempre dijo que no estaba convencido de que lo más conveniente era viajar.

Por su parte, de acuerdo a las normas del Derecho Canónico, en la misa en la que declaran beato o santo a una persona no es necesario que la o el milagrado deban estar presentes como circunstancia obligatoria. De todas maneras, en la general de los casos sí fueron parte de esas misas. El último episodio, por ejemplo, fue el de la canonización de la Santa Madre Teresa, a cuya ceremonia asistió el brasileño Marcilio Haddad Andrino, quien padecía una grave infección bacteriana en el cerebro y se recuperó, curación considerada el segundo milagro de Teresa.