La Secretaría de Comercio Interior confirmó ayer que desde la próxima semana aplicará la Ley de Abastecimiento para garantizar la provisión de combustibles y regular los precios de los mismo después de las fuertes subidas registradas en los últimos meses.
Fuentes de esa secretaría afirmaron a DyN que "con el respaldo de la ley (20.680) el martes o miércoles de la semana próxima se saldrá a verificar el abasto de combustibles en tiempo y forma, con precios adecuados". Al respecto la fuente oficial agregó que "quienes últimamente han aumentado los precios de sus combustibles deberán ajustarlos a los valores que correspondan".
La aplicación de esta norma permite al Gobierno obligar a los expendedores de combustibles a que retrotraigan los precios, dijeron las fuentes.
Según inspecciones en distintas estaciones de servicio de Capital Federal y su populoso cinturón urbano, la nafta súper aumentó en promedio un 20% en lo que va del año.
En el mismo período, la nafta premium (la de mayor octanaje) registró un incremento cercano al 29% y el gasoil del 25%.
La anglo-holandesa Shell, una de las principales abastecedoras del mercado argentino, anunció el jueves un aumento de tres centavos en la nafta súper, después de disponer un incremento de otros cuatro centavos hace once días.
La Ley de Abastecimiento, aprobada en 1974, establece sanciones a las empresas que no suministren en forma normal la provisión de un producto e, incluso, habilita penas de prisión para quienes vayan contra sus disposiciones.
La última vez que se aplicó fue a fines de 2006 -después de más de 30 años- cuando la Secretaria de Comercio Interior sancionó a una petrolera con una multa de 23 millones de pesos por "desabastecimiento de gasoil a diversas estaciones de servicio".
Pero analistas y empresarios del sector de hidrocarburos dijeron que la decisión no tendría casi ningún efecto práctico.
Rosario Sica, presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles, señaló que "es imposible retrotraer los precios" porque las estaciones "no tienen cómo hacerlo".
"Eso provocaría más cierres de estaciones de servicio", indicó antes de atribuir al Gobierno la responsabilidad de los aumentos al señalar que fue el que "convirtió la actividad en deficitaria" al no "hacer un plan energético nacional".
"Es un problema del Gobierno, que no ha hecho en estos años un plan energético. No se ha explorado, no hay reservas", agregó.
Las importaciones argentinas de productos energéticos han crecido en los últimos años por una demanda en aumento y una caída de la actividad exploradora de hidrocarburos.
Según analistas y empresas del sector, los impuestos a la exportación de petróleo han desestimulado la inversión en el sector, lo que derivó en la actual situación de intermitente escasez de combustibles.
Una fuente del sector petrolero dijo a Reuters que el anuncio podría ser tan sólo una amenaza que no se llegará a
cumplir.
El Gobierno en Argentina fijó en 42 dólares el valor del barril de petróleo, casi la mitad del internacional, provocando que las petroleras sean renuentes a abastecer a las refinerías.
